El ministro del interior, Rodrigo Peñailillo, anunció que hoy miércoles se ingresó una reforma constitucional que declara los crímenes de guerra y lesa humanidad como imprescriptibles e inadmistiables.

Se trata de dos proyectos de ley que declaran imprescriptibles los delitos de lesa humanidad y que acabaría con la amnistía que cubre los crímenes cometidos en la dictadura de Augusto Pinochet.

El anuncio se realizó el mismo día en que se conmemora la Declaración Universal de los Derechos Humanos y que en Chile coincide con el octavo aniversario de la muerte del general Pinochet.

“Hoy estamos ingresando al Congreso Nacional una reforma constitucional que declara imprescriptibles e inamnistiables los crímenes y delitos de guerra, lesa humanidad y genocidio”, dijo el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, en el marco de la entrega del informe anual del Instituto Nacional de los Derechos Humanos.

También fue enviado a trámite legislativo un proyecto de ley que adecua la legislación penal a los tratados internacionales en materia de derechos humanos, para hacer inaplicable específicamente la amnistía, el indulto y la prescripción al genocidio por parte de agentes del Estado y militares entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1990.

De aprobarse, el proyecto acabaría con la única ley de Amnistía, aprobada durante la dictadura y vigente hoy en el país, que cubre los crímenes cometidos en los primeros cinco años del régimen de Pinochet, los más cruentos.

En la práctica, la Corte Suprema dejó de aplicar esta ley de amnistía desde 2004, acogiéndose a convenios internacionales suscritos antes de la dictadura de Pinochet.

Por tal motivo, el jefe de la policía secreta de la dictadura, el coronel Manuel Contreras, cumple más de 300 años de condena por la muerte, el secuestro y tortura de opositores. Pinochet pasó también sus últimos años cercado por la justicia, aunque murió a los 91 años por un infarto sin alcanzar a ser condenado.