El juicio del campeón paralímpico sudafricano Oscar Pistorius, encarcelado desde octubre por matar a su novia, será reexaminado en apelación, con riesgo de un veredicto más severo, decidió el miércoles la jueza que lo condenó a cinco años de cárcel por homicidio involuntario.

El célebre deportista siempre afirmó que ignoraba que su novia estaba encerrada en el baño cuando vació su pistola sobre la puerta la noche de San Valentín de 2013.

Cuatro balas mortales, disparadas según él no para matar a Reeva Steenkamp, una modelo de 29 años, o a cualquier otra persona, sino porque él se creía amenazado por un ladrón.

La cuestión consiste en saber si este atleta, seis veces medalla de oro, tenía consciencia de que podía matar a alguien, y hubiera debido por lo tanto ser condenado por asesinato, o si por el contrario, la jueza Thokozile Masipa tuvo razón al calificar su gesto de negligencia.

Oscar Pistorius nació sin peronés y fue amputado de ambas piernas bajo las rodillas a los once meses. Se hizo célebre mundialmente al participar junto a atletas válidos en los Juegos Olímpicos de Londres de 2012, donde corrió con sus dos prótesis, lo que le valió el apodo de “Blade Runner”.

Jueza aceptó apelación

“En este expediente, nosotros tenemos un caso que no es sencillo”, declaró Masipa, antes de aceptar que la Suprema Corte de Apelaciones verifique si ella aplicó la ley correctamente.

El expediente pasará a varios magistrados, cuyo trabajo durará varios meses. Habrá algunas audiencias públicas, sin convocatoria de testigos.

“Nuestro argumento era que él debería haber sido encontrado culpable de asesinato, y luego condenado a una pena mínima de 15 años, y es evidentemente lo que deseamos que ocurra”, reaccionó satisfecho el portavoz de la fiscalía sudafricana, Nathi Ncube.

El atleta, que acaba de celebrar sus 28 años en su celda, no estaba presente en la audiencia del miércoles.

La familia Pistorius no quiso reaccionar inmediatamente. “Nosotros tomamos nota de la decisión de la corte y la respetamos”, comentó Arnold, el tío preferido del campeón.

El padre del atleta, Henke, se limitó a decir que “esto no tendría que haber llegado tan lejos”.

En septiembre, el veredicto de homicidio involuntario de la jueza Masipa asombró al mundo judicial, pero el atleta lloró de alivio en la audiencia.

En un razonamiento en dos etapas, que creó suspenso y confusión, la magistrada Masipa se había opuesto inicialmente a la apelación de la fiscalía respecto a la severidad de la pena.

Finalmente, la jueza aceptó la apelación respecto al veredicto, abriendo el camino a que la pena sea más severa.

El procedimiento sudafricano prohíbe cuestionar la autoridad de la cosa juzgada y el expediente no puede ser juzgado nuevamente. La apelación debe estar motivada únicamente por un error de interpretación de la ley.

La fiscalía estimó también que el veredicto en primera instancia creaba un precedente “chocante”.

Barry Roux, de la defensa, acusó por el contrario al procurador de remover el cuchillo en la herida y de plantear las circunstancias de esa tragedia, algo que está prohibido.

“Es incorrecto decir que la sentencia es liviana, no lo es”, declaró Roux, afirmando que Pistorius no será necesariamente liberado bajo control judicial después de pasar diez meses en prisión. “El problema de la fiscalía es que no le agrada su apreciación de los hechos”, dijo a la jueza.