Cinco de los seis excarcelados de Guantánamo que llegaron a Uruguay se instalarán el miércoles en una casa en Montevideo que el movimiento sindical preparó para alojarlos, informó el martes uno los dirigentesde la central única de trabajadores.

Fernando Pereira, coordinador de la central sindical Pit-CNT, dijo a la AFP que se trata de una vivienda ubicada en la capital del país con las comodidades de una casa “como la de cualquier trabajador”. 

Pereira afirmó que ya está todo listo para recibir a los ahora refugiados, que se trasladarán a la casa “probablemente” el miércoles. 

“Los refugiados son iguales que vos y que yo. Lo ideal sería que en el vecindario sean vistos como un vecino más”, expresó el dirigente, quien enfatizó que “no será fácil” la adaptación de los hombres tras más de 12 años de reclusión en la controvertida prisión estadounidense de Guantánamo, en Cuba.

Además de las condiciones básicas del alojamiento, los exdetenidos recibirán clases de español, capacitación profesional y formación sindical. Está previsto que permanezcan allí de manera provisoria, hasta que puedan radicarse junto a sus familias en otros sitios.

El Pit-CNT viene preparando la acogida desde que el presidente José Mujica dio a conocer en marzo la iniciativa de recibir a los prisioneros.

“Cuando Mujica nos comentó la posibilidad (de que vinieran), enseguida dijimos que el movimiento sindical podía dar una mano. Que no es resolver el problema, es dar una mano”, indicó Pereira.  

Mientras cinco de ellos se instalarían en la casa el miércoles, el sirio Jihad Diyab tardará “un poco más” en salir del hospital debido a su delicado estado de salud, explicó.

El exdetenido, que se había declarado en huelga de hambre y acudió a la justicia estadounidense para hacer valer su derecho a no ser alimentado a la fuerza, se encuentra débil y “delgado”, según dijo su abogada el lunes.

Apenas llegaron a Montevideo, en medio de un estricto operativo de seguridad, los excarcelados fueron llevados al Hospital Militar para ser sometidos a controles médicos, y todavía permanecen allí.

El traslado de presos a Uruguay es el primero desde Guantánamo a un país sudamericano y el segundo a Latinoamérica, después de que El Salvador acogiera en 2012 como refugiados a dos presos uigures, que luego abandonaron el país.