El bloqueo de antenas celulares en los recintos penitenciarios es una de las alternativas que se analiza para terminar con la estafas telefónicas que en muchas ocasiones provienen desde las cárceles.

El 14 de junio de 2012, el entonces ministro de Justicia, Teodoro Ribera, inauguró el sistema de inhibición de señales. El método incluía una serie de antenas en puntos estratégicos de cada recinto penal, las que actuarían como receptoras de señales que estaban orientadas hacia el interior de las cárceles, delimitando así un espacio geográfico específico.

Sin embargo, este proyecto fracasó debido a que se generaron problemas al exterior de los recintos, inhibiendo la señal a los vecinos cercanos a las cárceles.

Además exiten críticas por parte de los fiscales a este tipo de implementaciones, quienes aseguran el uso de teléfonos al interior de los penales permite en muchas ocasiones desbaratar a las mismas bandas que actúan. Así lo señaló el presidente del gremio, Claudio Uribe.

El ministro de Justicia, José Antonio Gómez, aseguró que se están estudiando nuevos sistemas para bloquear las señales de celulares al interior de los recintos carcelarios, aunque asegura que es difícil dada las complicaciones que se producen fuera de estos.

El senador del Partido Socialista e integrante de la Comisión de Justicia, Alfonso de Urresti, aseguró que es necesario encontrar el método más efectivo para poder controlar a los reclusos, principalmente en casos de estafas telefónicas.

Al menos cinco interceptaciones telefónicas legales se ordenan cada día en el país.