Israel se enfrenta al desastre ecológico más importante de su historia, tras la fuga de miles de metros cúbicos de crudo de un oleoducto en el desierto israelí el pasado miércoles, estimó este lunes un experto.

La fuga, que se produjo justo al lado de la ciudad costera de Eilat (sur), pudo controlarse rápidamente, si bien al menos un millón de litros de petróleo ya se habían vertido en la zona, una reserva natural protegida.

“Es el mayor desastre ecológico ocurrido en Israel”, tanto por la dificultad para limpiar el crudo como por la localización de la fuga, afirmó a la AFP Guilad Golub, director adjunto de la agencia israelí para la protección del medio ambiente.

Golub teme también que el petróleo acabe finalmente en el golfo de Eilat arrastrado por las próximas lluvias.

Un portavoz de la empresa encargada de la explotación del oleoducto, Eilat Ashkelon Pipeline Company (EAPC), afirmó a la AFP que detuvieron rápidamente la fuga, pero rechazó precisar la cantidad exacta de petróleo vertida.

Según los medios israelíes, la fuga la provocó el choque de un vehículo contra el oleoducto.

El rotativo Haaretz citó una carta de EAPC dirigida al ministerio de Medio Ambiente, que informa de un vertido de 3 millones de litros.