Los controles médicos a los seis exdetenidos de Guantánamo que llegaron el domingo a Uruguay continuaron el lunes y todavía no hay fecha para que dejen el hospital, lo que dependerá de cada caso, dijo el lunes en Montevideo una de sus abogadas.

“Los controles médicos continúan”, explicó a periodistas la abogada Cori Crider, integrante de la organización de derechos humanos Reprieve, que representa al sirio Jihad Diyab, uno de los liberados.

Crider visitó el lunes durante varias horas el hospital donde fueron ingresados los excarcelados apenas arribaron a Montevideo, en la madrugada del domingo.

Aunque el ministro de Defensa uruguayo, Eleuterio Fernández Huidobro, dijo más temprano que “en muy pocas horas” los hombres podrían dejar el hospital, Crider estimó que dependerá de cuando cada uno mejore.

“Cada uno tiene una situación de salud diferente, por lo que algunos se ven bastante fuertes y otros pueden llegar a necesitar un cuidado más intensivo”, explicó.

Ese el caso de Diyab, de 43 años, que se había declarado en huelga de hambre y acudió a la justicia estadounidense para hacer valer su derecho a no ser alimentado a la fuerza.

“Debido a su huelga de hambre podría llevarle más tiempo sentirse mejor, pero también porque tiene algunas lesiones espinales que necesitan análisis y diagnóstico”, indicó Crider, que viajó a Montevideo para seguir el proceso de liberación de su representado.

Los otros liberados son el tunecino Abdul Bin Mohammed Abis Ourgy, de 49 años, el palestino Mohammed Tahanmatan (35) y los también sirios Ahmed Adnan Ahjam (37), Ali Hussain Shaabaan (32) y Omar Mahmoud Faraj (39).

Todos formaban parte del primer grupo de detenidos que ingresaron a Guantánamo en 2002, cuando Estados Unidos abrió la prisión en su base militar en la isla de Cuba, en el marco de su “guerra contra el terror” tras los atentados del 11 de setiembre de 2001.

Según Crider, “cada uno de ellos le dijo al gobierno uruguayo, y a mí, cuánto aprecian” el gesto de Uruguay. “Ustedes han acogido a media docena de las personas más incomprendidas y abusadas del planeta. Y les han dado un hogar y un futuro”, enfatizó.

Se trata de la primera llegada de expresos de Guantánamo a un país sudamericano y la segunda a Latinoamérica, después de que El Salvador acogiera en 2012 como refugiados a dos detenidos uigures, que luego abandonaron el país.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, celebró el domingo la decisión uruguaya y pidió acciones similares a países de la región, un mensaje que compartió la organización Centro de Derechos Constitucionales (CCR, en inglés), con sede en Nueva York.

Luego de 13 años quedan ahora 136 detenidos en Guantánamo, de los cuales la mayoría no enfrentan cargos ni fueron juzgados. De ellos, 67 fueron calificados como “liberables”.

Obama ha prometido cerrar el centro de detención antes de que concluya su mandato en enero de 2017.