Los rituales y el negocio en torno a la muerte son casi tan antiguos como la vida misma. En Egipto, incluso, los fallecidos eran sometidos a una suerte de tribunal que juzgaba si ameritaban ocupar el lugar de sus ancestros en base a sus virtudes en vida y, sobre todo, sus cuentas sin pagar, según relata Willliam Freeman en “The Merchants’ Magazine and Commercial Review“.

Actualmente la cremación es una alternativa cada vez más recurrida por los deudos ante los cada vez más repletos cementerios de las ciudades. Con precios que en nuestro país parten en $700.000 promedio, esta vía ya ha dejado de ser vista como atípica.

En medio de las innumerables opciones con las que nos encontramos, en Estados Unidos la empresa Cremation Solucion del estado de Vermont ofrece una peculiar alternativa para contener las cenizas, que para algunos puede ser una idea escalofriante.

En paralelo a las tradicionales ánforas fabricadas de cerámica, piedra, metal o madera, la empresa dispone de la creación de ánforas en una impresora 3D representando la cabeza y rostro del fallecido.

“Las urnas son creadas empleando la más reciente tecnología para crear una imagen perfecta del fallecido. Empleando fotografías y un software especial de reconocimiento facial, podemos transformar tu imagen favorita de dos dimensiones en una escultura tridimensional que recoge los detalles más finos”, señala la compañía en su web.

Los precios fluctúan entre los 250 dólares hasta los 2.500 (sobre $1.500.000 chilenos) para esta no convencional y personalizada ánfora.

Cremation Solutions

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