Quedan tres semanas para el año nuevo, tenemos en verano encima, pero aún estamos a tiempo de comenzar a preocuparnos por nuestro cuerpo, bajar de peso y prevenir los excesos que se acercan durante las fiestas.

Antes de dejar de consumir de golpe algunos de algunos alimentos o evitar ciertos productos por parecer muy calóricos, se deben tener en cuenta las recomendaciones de los doctores sobre las las dietas, ya que estas actúan de forma diferente en cada cuerpo.

Noemí Soriano Pascual, especialista en medicina estética, dietética y nutrición en Zen Salud y Belleza, comenta que la mejor alternativa que queda a estas alturas del año es una dieta hipocalorica, la cual ayuda a prevenir subir bruscamente de peso.

Soriano explicó que esta dieta consiste en comer 1000 calorías diarias y que además es utilizada para personas que sufren de estreñimiento o colesterol alto.

En el artículo publicado en womenshealth.es la experta recomienda consumir solo una rebanada de pan en el desayuno y preferir frutas como el kiwi o la naranja. Asimismo aconseja beber habitualmente entre 6 y 8 vasos de agua al día.

La experta agrega que el consumir poca agua posibilita que el cuerpo retenga líquidos, por lo que es necesario también hacer ejercicios diariamente o por lo menos caminar 30 minutos diarios.

Para el almuerzo Soriano indica que se deben privilegiar las verduras de hojas verdes o el repollo morado, ya que contienen vitaminas A, C, B, E y K, minerales y fibra minerales, lo cual tiene diversos beneficios en la digestión y también en la coagulación de la sangre.

Finalmente agrega que no se deben tomar tomar bebidas alcohólicas o azucaradas, ni alimentos fritos. Para esto dijo que es mejor preferir los aceites de oliva, girasol, maíz, soja, germen de trigo o nuez. Estos ayudan a reducir los niveles de colesterol en la sangre, tienen un efecto anti-arteriosclerosis y además contienen principios activos que sirven para tratar una gran cantidad de enfermedades, que van desde el síndrome del intestino irritable hasta las enfermedades hepáticas crónicas.