El fallo en la demanda contra el colegio Inmaculada Concepción fue dictado el mismo día en que la congregación religiosa y la sociedad Anro debían ratificar un acuerdo extrajudicial. El caso se había iniciado hace dos años tras frustrarse la venta del establecimiento educacional.

El antecedente se desprende del expediente que se tramitó en el Tercer Juzgado Civil de Concepción, donde aparece que el 26 de noviembre estaban citados a una audiencia de conciliación los abogados del colegio y de la sociedad que el año 2012 adquiriría el colegio en 3.700 millones de pesos.

A esa instancia, sin embargo, sólo llegó la abogada Katherine Ortega, por las religiosas. A la misma hora de la audiencia, en tanto, uno de los representantes de Anro, Víctor Toledo, ingresó un escrito pidiendo reagendar la conciliación, lo que fue rechazado por el juez Carlos Hidalgo.

En esa audiencia, según ha trascendido, las partes en disputa informarían al tribunal de una negociación extrajudicial a través de la cual se buscaba poner fin a la demanda planteada por Anro.

La acción legal se inició después de que las monjas dieran pie atrás a un contrato de compraventa del colegio Inmaculada Concepción, a raíz de la oposición de padres y apoderados del establecimiento.

En la demanda, Rodrigo Sverlij, socio de Anro, pedía al tribunal ordenar el cumplimiento del contrato o en subsidio el pago de una indemnización de 370 millones de pesos.

El magistrado Hidalgo rechazó la acción civil e incluso anuló la compraventa, argumentando que el acuerdo comercial no cumplían con los requisitos que establece la ley.

Ni la congregación religiosa ni la empresa Anro se han querido referir al fallo, que podría dejar en un incierto escenario el acuerdo extrajudicial que las partes debían ratificar en la audiencia de conciliación que finalmente no se realizó la semana pasada.