Existen muchas cosas que a simple vista pensamos que están limpias, pero en realidad no lo están. Así lo afirma el diario electrónico estadounidense Huffington Post, que recopiló 8 artículos y partes del baño, que están más contaminados de lo que creemos.

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A continuación te mostramos cuáles son:

1. Cortina de ducha

Es probable que hayas visto manchas rosadas en tu cortina de baño o tina y hayas pensado que era una simple capa de restos de jabón o algo que se destiñó. Sin embargo, los científicos explican que en realidad se trata de una “exuberante biopelícula microbiana.” Un estudio publicado en la revista académica Applied and Environmental Microbiology determinó que las cortinas de plástico son un caldo de cultivo para los microbios, como Sphingomonas y Methylobacterium, que pueden conducir a algunas infecciones.

Esta investigación recomendó limpiar con frecuencia las cortinas de baño y cambiarlas regularmente, desechando las antiguas. No se aconseja lavar las cortinas plásticas en la lavadora.

2. Barra de jabón

Pese a que su propósito precisamente es limpiar, el jabón suele atrapar la suciedad y los aceites de la piel. Eso sí, los estudios no han logrado comprobar que esta suciedad pueda ser transmitida a las manos. Lo más probable es que cuando lo frotas, enjuagas los microrganismos que viven en él.

Pero si pese a que no hay evidencia científica de que el jabón sea un peligro para la salud, aún te sientes inseguro, puedes usar un dispensador de jabón líquido automático con sensor de contacto.

3. Máquinas de afeitar

Cuando usas una máquina de afeitar, ésta no sólo elimina el vello, sino que arrastra algunas bacterias que viven en tu piel. Además, si la guardas entorno húmedo, como la ducha o el lavamanos, puede crear el ambiente propicio para que se reproduzcan los microorganismos.

Lo ideal es reemplazar tu máquina cada 5 a 10 usos, y botarlas inmediatamente si tienen óxido. Puedes limpiar la navaja después de cada afeitado con un enjuague rápido en agua, un baño en alcohol y toalla de papel para secar. Guárdalas en un lugar cerrado lejos de la humedad, como un botiquín. También es importante que nunca compartas una máquina de afeitar con otra persona.

4. Toalla de mano

Las toallas de mano son otro ambiente ideal para las bacterias. El microbiólogo Charles Gerba analizó más de 500 toallas en Estados Unidos y Canadá, encontrando E-coli e incluso salmonela.

Lo cierto es que al comienzo pueden tener unos pocos gérmenes, pero en pocos días pueden haber millones, según Gerba. Lo recomendable es lavar las toallas de mano cada 3 usos y nunca utilizarlas en la cara.

5. Cepillo de dientes

Según un estudio de la Universidad de Manchester, en Inglaterra, un cepillo de dientes promedio puede contener más de 10 millones de bacterias. Y es que éste alberga bacterias de la boca y también adquiere las que salpican cuando te lavas las manos. Asimismo, si está cerca del inodoro, también puede recibir microorganismos de éste.

La recomendación es guardar el cepillo de dientes en un botiquín, lejos de los gérmenes. No lo guardes en un recipiente hermético, porque impide que el cepillo se seque entre cada uso, lo que puede hacer que le salgan hongos. Es importante que los reemplaces cada tres o cuatro meses.

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6. Sopapo

Es probable que cada vez que uses el sopapo, lo enjuagues con una descarga de agua del inodoro y lo pongas de nuevo al lado de éste. Sin embargo, esto no es suficiente para matar las bacterias acumuladas y el mango probablemente también esté contaminado.

Por ello, es importante desinfectar el embudo con una mezcla de cloro y detergente, incluyendo el mango.

7. Esponjas de baño

Un estudio publicado en la revista académica Journal of Clinical Microbiology encontró que las esponjas de baño pueden acoger y transmitir pseudomonas aeruginosa, una bacteria que puede causar enfermedades.

La dermatóloga neoyorquina Michele Green dijo a HuffPost que “la esponja está extendiendo la suciedad de ayer nuevamente en tu cuerpo”. Por eso lo ideal es poner a secar la esponja en un ambiente bien ventilado y enjuagarla en cloro de vez en cuando para desinfectarla. Además, trata de reemplazarla cada tres o cuatro semanas.

8. Llaves y perillas

Las llaves y perillas de las puertas son áreas repletas de gérmenes, ya que muchas veces se las toma con las manos sucias.

Por ello, por lo menos una vez por semana, limpia estas áreas con toallitas antibacteriales.