Presidenta Bachelet y Ministra Barattini reconocieron a seis nuevos Tesoros Humanos Vivos de Chile

Seis nuevos Tesoros Humanos Vivos de Chile. Ministerio de Cultura
Seis nuevos Tesoros Humanos Vivos de Chile. Ministerio de Cultura
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Distinción de Unesco implementada en Chile por el Consejo de la Cultura, reconoce a individuos y comunidades que preservan el patrimonio cultural inmaterial del país. Desde la implementación de este programa a la fecha, han sido reconocidos 32 THV.

Son cultores de saberes tradicionales de los distintos rincones de nuestro país, y en su mayoría no habían viajado nunca a Santiago. Hasta ahora, que lo hicieron por primera vez junto a sus familiares y con un motivo que los llenó de orgullo: participar esta mañana en la emotiva ceremonia donde la Presidenta Michelle Bachelet y la Ministra de Cultura, Claudia Barattini, los reconocieron oficialmente como Tesoros Humanos Vivos (THV) 2014.

Se trata de una distinción de Unesco implementada en Chile por el Consejo de la Cultura, que reconoce a individuos y comunidades que preservan el patrimonio cultural inmaterial del país.

Al respecto, la Presidenta Bachelet señaló que “en nuestros saberes, en nuestros quehaceres, en nuestros modos de representar el mundo, en nuestras soluciones cotidianas, hay una riqueza que merece ser conocida y reconocida. Hoy nos comprometemos a que esta búsqueda y este reconocimiento a esa riqueza sea más que un camino individual. Hoy, es el Estado, la sociedad civil, la comunidad organizada, la que se hace cargo de ese rescate”.

Por su parte, la Ministra Barattini comentó que “somos un país pionero dentro de América Latina; los primeros en impulsar un programa de reconocimiento de sus Tesoros Humanos Vivos. Hemos creado un sistema de registro pero también una política que ha permitido visibilizar, poner en valor, y transmitir el conocimiento patrimonial intangible que cientos de personas y colectivos de nuestro país portan”.

Tesoros reconocidos

La elección de este año distinguió por primera vez un oficio de la medicina tradicional mapuche. Se trata del grupo Ngütamchefe de Tirúa, formado por agentes de salud conocidos como componedores de huesos. El jurado consideró que llevar su conocimiento ancestral al sistema público de salud, en el Centro de Salud Familiar (CESFAM) Isabel Jiménez Riquelme de Tirúa, constituye un aporte al trabajo intercultural.

Otro de los colectivos reconocidos fue la Unión de Artesanas de Quinchamalí, oriundas de Chillán, Región del Biobío. Está formada por 15 mujeres dedicadas a la fabricación de una alfarería única en la zona, centrada en figuras de greda negra con superficie esgrafiada, que son exclusivas de las localidades de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca.

El tercer grupo son los Carpinteros de Ribera de Lanchas Chilotas, de la comuna de Hualaihué, Mañihueico, Región de Los Lagos. Son navegantes y carpinteros de lanchas chilotas, embarcaciones únicas en el mundo y gracias a las cuales se llevaron maderas de alerce hacia el archipiélago de Chiloé, las que hoy recubren sus iglesias y antiguas casonas.

Por su parte, entre los tres individuos reconocidos está Arturo Lucero, de la comuna de Pichidegua, Región de O’Higgins, reconocido por ser el único constructor y reparador de las “Ruedas de agua de Larmahue”, elemento icónico e identitario de la zona.

A él se suma Domitila Cuyul, de Quellón, Región de Los Lagos. Ella es Maestra de Paz, y como tal, responsable de realizar ceremonias del pueblo wiilliche. El Comité Experto la reconoció por ser una figura que representa el sincretismo cultural del territorio chilote heredado del contacto indígena-hispano, y por perpetuar los ritos y ceremonias williche en Chiloé.

El último reconocido es el maestro luriri Nemesio Moscoso, oriundo de la comuna de Pozo Almonte, La Tirana, Región de Tarapacá. Hace 52 años es fabricante y reparador de la bandola aymara, instrumento de cuerdas tradicional del altiplano tarapaqueño, empleado para los carnavales, floreos y trilla de la quinua. Fue reconocido por ser un maestro luriri aymara, una actividad poco conocida y con riesgo de desaparecer.

Los THV reciben un estímulo económico de $3.000.000 para cada cultor/a individual y $7.000.000 para cada comunidad o colectivo. Desde 2009 a la fecha se han reconocido 32 Tesoros Humanos Vivos a lo largo del país. En esta ocasión, el proceso de selección estuvo a cargo de Comités Expertos Zonales que sesionaron en Arica, Santiago, Chillán y Puerto Montt, más un Comité Experto Nacional. Todos fueron conformados por personas del ámbito público y privado, académicos, representantes de la sociedad civil, entre otros.

Sobre los bailes chinos

En la ocasión, la Presidenta también recordó el próximo fallo respecto de la postulación de los “bailes chinos” a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco. Al respecto, la Mandataria señaló que “los Bailes Chinos, con más de 400 años de antigüedad, son una manifestación de fe, de arte, de cultura tan propiamente chilenos, que sin duda merecen ser reconocidos en todo el mundo”.

Ello, porque la propuesta presentada por el Estado de Chile, y coordinada por el Consejo de la Cultura, se encuentra en la última instancia, ad portas de ser reconocida como Patrimonio de la Humanidad, nominación que podría ser ratificada en la 9° Reunión del Comité para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, a realizarse entre el 24 y 28 de noviembre próximo en la ciudad de Paris.

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Distinción de Unesco implementada en Chile por el Consejo de la Cultura, reconoce a individuos y comunidades que preservan el patrimonio cultural inmaterial del país. Desde la implementación de este programa a la fecha, han sido reconocidos 32 THV.

Son cultores de saberes tradicionales de los distintos rincones de nuestro país, y en su mayoría no habían viajado nunca a Santiago. Hasta ahora, que lo hicieron por primera vez junto a sus familiares y con un motivo que los llenó de orgullo: participar esta mañana en la emotiva ceremonia donde la Presidenta Michelle Bachelet y la Ministra de Cultura, Claudia Barattini, los reconocieron oficialmente como Tesoros Humanos Vivos (THV) 2014.

Se trata de una distinción de Unesco implementada en Chile por el Consejo de la Cultura, que reconoce a individuos y comunidades que preservan el patrimonio cultural inmaterial del país.

Al respecto, la Presidenta Bachelet señaló que “en nuestros saberes, en nuestros quehaceres, en nuestros modos de representar el mundo, en nuestras soluciones cotidianas, hay una riqueza que merece ser conocida y reconocida. Hoy nos comprometemos a que esta búsqueda y este reconocimiento a esa riqueza sea más que un camino individual. Hoy, es el Estado, la sociedad civil, la comunidad organizada, la que se hace cargo de ese rescate”.

Por su parte, la Ministra Barattini comentó que “somos un país pionero dentro de América Latina; los primeros en impulsar un programa de reconocimiento de sus Tesoros Humanos Vivos. Hemos creado un sistema de registro pero también una política que ha permitido visibilizar, poner en valor, y transmitir el conocimiento patrimonial intangible que cientos de personas y colectivos de nuestro país portan”.

Tesoros reconocidos

La elección de este año distinguió por primera vez un oficio de la medicina tradicional mapuche. Se trata del grupo Ngütamchefe de Tirúa, formado por agentes de salud conocidos como componedores de huesos. El jurado consideró que llevar su conocimiento ancestral al sistema público de salud, en el Centro de Salud Familiar (CESFAM) Isabel Jiménez Riquelme de Tirúa, constituye un aporte al trabajo intercultural.

Otro de los colectivos reconocidos fue la Unión de Artesanas de Quinchamalí, oriundas de Chillán, Región del Biobío. Está formada por 15 mujeres dedicadas a la fabricación de una alfarería única en la zona, centrada en figuras de greda negra con superficie esgrafiada, que son exclusivas de las localidades de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca.

El tercer grupo son los Carpinteros de Ribera de Lanchas Chilotas, de la comuna de Hualaihué, Mañihueico, Región de Los Lagos. Son navegantes y carpinteros de lanchas chilotas, embarcaciones únicas en el mundo y gracias a las cuales se llevaron maderas de alerce hacia el archipiélago de Chiloé, las que hoy recubren sus iglesias y antiguas casonas.

Por su parte, entre los tres individuos reconocidos está Arturo Lucero, de la comuna de Pichidegua, Región de O’Higgins, reconocido por ser el único constructor y reparador de las “Ruedas de agua de Larmahue”, elemento icónico e identitario de la zona.

A él se suma Domitila Cuyul, de Quellón, Región de Los Lagos. Ella es Maestra de Paz, y como tal, responsable de realizar ceremonias del pueblo wiilliche. El Comité Experto la reconoció por ser una figura que representa el sincretismo cultural del territorio chilote heredado del contacto indígena-hispano, y por perpetuar los ritos y ceremonias williche en Chiloé.

El último reconocido es el maestro luriri Nemesio Moscoso, oriundo de la comuna de Pozo Almonte, La Tirana, Región de Tarapacá. Hace 52 años es fabricante y reparador de la bandola aymara, instrumento de cuerdas tradicional del altiplano tarapaqueño, empleado para los carnavales, floreos y trilla de la quinua. Fue reconocido por ser un maestro luriri aymara, una actividad poco conocida y con riesgo de desaparecer.

Los THV reciben un estímulo económico de $3.000.000 para cada cultor/a individual y $7.000.000 para cada comunidad o colectivo. Desde 2009 a la fecha se han reconocido 32 Tesoros Humanos Vivos a lo largo del país. En esta ocasión, el proceso de selección estuvo a cargo de Comités Expertos Zonales que sesionaron en Arica, Santiago, Chillán y Puerto Montt, más un Comité Experto Nacional. Todos fueron conformados por personas del ámbito público y privado, académicos, representantes de la sociedad civil, entre otros.

Sobre los bailes chinos

En la ocasión, la Presidenta también recordó el próximo fallo respecto de la postulación de los “bailes chinos” a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco. Al respecto, la Mandataria señaló que “los Bailes Chinos, con más de 400 años de antigüedad, son una manifestación de fe, de arte, de cultura tan propiamente chilenos, que sin duda merecen ser reconocidos en todo el mundo”.

Ello, porque la propuesta presentada por el Estado de Chile, y coordinada por el Consejo de la Cultura, se encuentra en la última instancia, ad portas de ser reconocida como Patrimonio de la Humanidad, nominación que podría ser ratificada en la 9° Reunión del Comité para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, a realizarse entre el 24 y 28 de noviembre próximo en la ciudad de Paris.