El presidente Barack Obama confirmó el domingo la muerte del rehén estadounidense Peter Kassig, también conocido como Abdul Rahman Kassig.

El mandatario norteamericano consideró el crimen perpetrado por el grupo yihadista Estado Islámico un acto de “pura maldad”.

“Abdul Rahman nos ha sido arrebatado en un acto de pura maldad por un grupo terrorista que el mundo entero considera, con mucha razón, inhumano”, dijo Obama en un comunicado a bordo del avión presidencial Air Force One, durante su vuelo de regreso a Estados Unidos desde una gira asiática.

El grupo radical Estado Islámico (EI) reivindicó este domingo en un vídeo la decapitación del Kassig, secuestrado en 2013 en Siria, y de 15 soldados del ejército del presidente sirio, Bashar al Asad.

En imágenes difundidas en foros yihadistas aparece un hombre enmascarado de pie junto a una cabeza cortada. “Es Peter Edward Kassig, un ciudadano americano de vuestro país”, afirma el hombre, quien vincula la ejecución al envío de consejeros militares estadounidenses a Irak para ayudar a las tropas iraquíes.

El acento británico del verdugo podría indicar que se trata de “yihadista John”, llamado así por la prensa anglosajona por su supuesta procedencia geográfica, y presunto asesino de los americanos James Foley y Steven Sotloff.

Kassig ya había aparecido al final del vídeo del asesinato del trabajador humanitario británico Alan Henning el pasado 3 de octubre, en el que los yihadistas afirmaban que era el siguiente en la lista.

En la misma grabación difundida este domingo, se muestra a combatientes del EI decapitando de forma simultánea a 15 hombres supuestamente pertenecientes al ejército sirio.