Las autoridades británicas informaron este domingo de un brote de gripe aviar en una granja de patos en el norte de Inglaterra, aunque afirmaron que el riesgo para la salud pública es “muy bajo”.

De momento ya se ha aislado la granja y se está sacrificando a los animales, anunció una portavoz del Departamento de Medioambiente, Alimentación y Asuntos Rurales.

“Hemos confirmado un caso de gripe aviar en una granja de patos en Yorkshire” indicó la portavoz.

“El riesgo para la salud pública es muy bajo y no hay peligro para la cadena alimenticia”, aseveró.

La gripe aviar es letal para los pollos, y una amenaza para los seres humanos, que pueden contagiarse manipulando aves infectadas.

La cepa H5N1 de la gripe aviar mató a más de 400 personas, principalmente en el sureste asiático, desde su aparición en 2003.

Otra cepa, H7N9, dejó más de 170 muertos desde que surgió en 2013.

Las autoridades británicas no precisaron a qué cepa corresponde el brote detectado en la granja de Yorkshire.