La noche del 12 de agosto de 1961, Walter Ulbricht, líder de la República Democrática Alemana (RDA) dio luz verde para llevar a cabo la “operación Rosa”, ejercicio que movilizó a más de diez mil soldados del régimen comunista con la orden cortar el transporte y vías de acceso, para lo cual utilizaron alambre de púas con la idea de demarcar Alemania del Este y Oeste.

La decisión de la RDA, apoyada por la Unión Soviética, tenía como principal motivación poner fin al éxodo de habitantes de la RDA hacia las zonas ocupadas por los aliados. Fue así como la noche del 12 y madrugada del 13 de agosto los soldados bloquearon calles y líneas de tren situadas alrededor de la parte occidental de Berlín.

Al despertar, los habitantes de Berlín se encontraron con una ciudad dividida por alambres de púas y vallas asomando en sus calles, además de una fuerte custodia militar, separando así a cientos de familias y amigos, convirtiéndose en el símbolo de la división de Europa durante la Guerra Fría.

Días más tarde comenzó la construcción del muro de Berlín, cambiando los alambres por bloques de hormigón de 155 kilómetros de extensión, los cuales en algunos sectores alcanzaron los 4 metros de altura. De esta forma, los habitantes de la RDA podían pasar a Oeste, sólo si poseían una autorización expresa de las autoridades.

JOEL ROBINE / AFP

JOEL ROBINE / AFP

Para contener a los ciudadanos, que incluso tras la construcción del muro continuaban intentando escapar hacia occidente, construyendo túneles, escondiéndose en automóviles, cruzando el río Spree, entre muchas otras técnicas, la RDA debió implementar duras medidas, como penas de cárcel de una media de 5 años para quienes intentaran huír. Se estima que más de 75.000 personas fueron encarceladas por tratar de burlar el denominado “muro de protección antifascista” tal como señala el diario español El Mundo.

El muro acompañó a los berlineses por veintiocho años, dos meses y 27 días, hasta que el 9 de noviembre de 1989 sus ciudadanos, salieron a las calles, sedientos de libertad y llegaron hasta la construcción, con palas y picotas para hacer lo impensable: derribar el muro de Berlín.

Gerard Malie | AFP

Gerard Malie | AFP

Fue así como en una revolución pacífica, sin ejércitos, combates ni muertos, hace 25 años, los mismos ciudadanos eliminaron la barrera que separó un país. Las potentes imágenes de esa noche, donde los habitantes de las Alemanias de Este y Oeste, subidos en aquel muro celebrando, abrazados unos a otros emocionados y perplejos, se transformó a ojos del mundo entero en un símbolo del fin de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la URSS.

http://youtu.be/ogsY1JGYCmM

“De inmediato”

“Ab sofort”, en español “de inmediato”, debe ser una de las frases más potentes en la historia de Alemania, ya que inesperadamente llevaron a fin del muro de Berlín.

Los ciudadanos de la RDA habían comenzado a manifestarse frecuentemente con mas fuerza en contra del régimen totalitario y la prohibición de poder abandonar su país.

Dado que el gobierno de la RDA buscaba descomprimir la creciente presión, debido a que sus ciudadanos habían comenzado a manifestarse cada vez de forma más frecuente y con mayor fuerza contra el régimen y su prohibición de abandonar el país, las autoridades resolvieron implementar una nueva normativa que permitía otorgar la salida del país.

Para comunicar esa decisión, casi llegando la noche del 9 de noviembre de 1989, se llevó a cabo una conferencia de prensa con cerca de 200 periodistas extranjeros, la cual tuvo un sorpresivo giro.

En dicha conferencia, Gunter Schabowski, encargado de las relaciones RDA, con los medios se refirió a la nueva normativa que concedía permisos para viajar al extranjero, sin la necesidad de una justificación de por medio. En ese momento entró en escena el periodista italiano Riccardo Ehrman , quien le preguntó a Schabowski cuándo entraría en vigencia tal norma.

Al oír la pregunta, Gunter Schabowski comenzó a rebuscar la fecha entre sus papeles -prevista para las 4:00 horas del 10 de noviembre- sin éxito, tras lo cual decidió improvisar diciendo “Ab sofort” (de inmediato) y sin saberlo, en ese preciso instante firmó la sentencia del muro de Berlín.

Los titulares de los noticieros aludiendo a la apertura de las fronteras de la RDA no se hicieron esperar, y pasado un rato cientos de personas agolparon ante los pasos fronterizos esperando cruzar hacia el oeste. Por su parte, los guardias del muro se encontraban desconcertados y sin instrucciones directas sobre esta situación a eso de las 21:14 horas de aquel 9 de noviembre abrieron las puertas, diciéndole a los habitantes de la RDA que podían pasar.

Berlín después de la caída del muro

Luego de la caída del muro de Berlín, el país se reunificó y en menos de un año Alemania del Este o RDA desapareció, al igual que parte del muro que acompañó a la ciudad por 28 años, el cual fue demolido en ciertos lugares para así dar mayor fluidez a la capital, lo que sin dudas transformó completamente la apariencia de Alemania.

Sin embargo, algunas secciones del muro permanecen en sus sitios originales y se han convertido en memoriales. Tal como Marie Elisabeth Lüders Haus, que recuerda a quienes murieron cada año tratando de cruzar hacia Alemania Federal.

JOHN MACDOUGALL / AFP

JOHN MACDOUGALL / AFP

En el río Spree también existe un memorial en honor a quienes murieron tratando de escapar de la RDA cruzando el río.

TOBIAS SCHWARZ / AFP

TOBIAS SCHWARZ / AFP

El centro comercial Potsdamer Platz Arkaden en Berlín posee una réplica de una de las torres de vigilancia del muro.

ODD ANDERSEN / AFP

ODD ANDERSEN / AFP

RALPH GATTI / ODD ANDERSEN / AFP

RALPH GATTI / ODD ANDERSEN / AFP

GERARD MALIE / ODD ANDERSEN / AFP

GERARD MALIE / ODD ANDERSEN / AFP

GUNTHER KERN / ODD ANDERSEN / AFP

GUNTHER KERN / ODD ANDERSEN / AFP