El departamento de Estado de Estados Unidos anunció este sábado la liberación de dos de sus ciudadanos que estaban detenidos en Corea del Norte, gracias a una misión secreta comandada por el jefe de su inteligencia, James Clapper.

“El departamento de Estado se congratula por la liberación de los ciudadanos estadounidenses Kenneth Bae y Matthew Todd Miller en la República Democrática Popular de Corea del Norte, donde han estado detenidos durante dos años y siete meses, respectivamente”, dijo en un comunicado.

Su puesta en libertad llega justo dos semanas después de que Pyongyang liberara al también estadounidense Jeffrey Fowle, de 56 años, que fue encarcelado en abril tras supuestamente dejar una biblia en el baño de un nightclub. Eran los únicos estadounidenses que quedaban presos en el país.

Kenneth Bae, un misionero coreanoestadounidense, cumplió esta semana 24 meses de cárcel. De 42 años, estaba enfermo y sentenciado a 15 años de trabajos forzosos.

Matthew Miller, de 24 años, fue condenado a seis años por la Corte Suprema de Corea del Norte, después de ser detenido por supuestamente romper su visa y pedir asilo.

James Clapper viajó a Corea del Norte y “se involucró en nombre de Estados Unidos en las conversaciones con las autoridades de la República Democrática Popular de Corea del Norte sobre la liberación de los dos ciudadanos”. Ahora se encuentran viajando hacia su país, informó el organismo que dirige Clapper.

Un funcionario del Departamento de Estado añadió que no se hizo ninguna concesión a cambio de la liberación de los dos compatriotas.

El presidente Barack Obama estimó que la liberación de los dos estadounidenses ha convertido a esta jornada en “un día maravilloso para ellos y sus familias”.

“Creo que es un día maravilloso para ellos y sus familias, y obviamente estamos muy agradecidos por su regreso a salvo”, dijo en una ceremonia realizada en la Casa Blanca para anunciar el nombre de su nueva fiscal general y secretaria de Justicia, Loretta Lynch.

La familia del misionero Bae también mostró su regocijo por la noticia. Su hermana, Terri Chung, dijo en un comunicado que ahora esperaban una celebración inolvidable de Acción de Gracias, a finales de noviembre.

Washington había condenado la actitud de Pyongyang por las detenciones, diciendo que los estadounidenses estaban detenidos como rehenes políticos para obtener concesiones diplomáticas.

Corea del Norte expresó en el pasado su interés en reanudar las conversaciones a seis bandas con Estados Unidos sobre su programa nuclear, pero Estados Unidos insiste en que debe mostrar primero un compromiso palpable con la desnuclearización.

Sin embargo, Pyongyang descartó este martes negociar con Estados Unidos sobre su programa nuclear y los derechos humanos y está convencida de que Washington tiene la intención de derrocar a su régimen.

El país “no permitirá nunca diálogo alguno sobre los derechos humanos o el tema nuclear con un enemigo empeñado en derrocarlo”, declaró un portavoz del ministerio norcoreano de Relaciones Exteriores, citado por la agencia oficial KCNA.

A pesar de todo, estas liberaciones “podrían significar que el ejecutivo norcoreano está inclinado a explorar la posibilidad de retomar el diálogo con Estados Unidos”, estimó Paul Carroll, experto de este país en el Ploughshares Fund, en San Francisco.

Un funcionario del departamento de Estado dijo a la AFP este sábado que la liberación no reflejaba un cambio en la postura sobre las negociaciones nucleares.

“Corea del Norte sabe lo que tiene que hacer si quiere una mejor relación con la comunidad internacional y terminar su aislamiento y estatus de paria”, valoró.