El Colegio de Nutricionistas Universitarios de Chile llamó a reivindicar la importancia que tiene su labor en hospitales públicos, salas cuna y jardines infantiles del país.

Por medio de un comunicado, la entidad afirmó que las altas cifras de obesidad y sobrepeso entre los chilenos son la gran preocupación de la sociedad actual.

Para combatir esto, llamaron a revertir el déficit de nutricionistas en los hospitales públicos, situación que se arrastra desde la década de los ’70, cuando estos profesionales fueron enviados a los consultorios para enfrentar el elevado nivel de desnutrición que en ese entonces afectaba a la población.

“Esa situación nunca se reparó, por tanto desde esa época se arrastra el déficit de nutricionistas en el área clínica. A modo de ejemplo, en el Hospital Roberto del Río se disponía de 18 nutricionistas y quedaron 4 o 5, desarticulando el trabajo técnico y quedando además en precarias condiciones”, aseguró Mirta Crovetto, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Playa Ancha y directora en Valparaíso del Colegio de Nutricionistas Universitarios de Chile.

Según Crovetto, “en la actualidad faltan más de 300 nutricionistas en los hospitales públicos en todo Chile. Los hospitales de mayor complejidad deben subsanar la brecha a la brevedad por dos aspectos fundamentales: la calidad en la atención al paciente que permita salvaguardar sus derechos; y los derechos a un trabajo digno para los nutricionistas, que están sobrepasadas”.

En la misma línea, Samuel Durán, presidente del Colegio de Nutricionistas Universitarios de Chile , recalcó que “el rol del nutricionista clínico en los hospitales de alta complejidad es fundamental, especialmente en patologías complejas, fórmulas, trabajo en UCI relacionado con los aspectos metabólicos y complejos de la dietoterapia y costos en salud”.

De acuerdo a la organización, “otro punto es la falta de nutricionistas en salas cunas y jardines infantiles, que contribuyan a revertir el sobrepeso y obesidad que padecen cuatro de cada 10 niños menores de 6 años”.

“Los nutricionistas, que son mínimos en estas instituciones, tienen que abocarse a evaluar el cumplimiento del programa alimentario de las empresas concesionarias. Esto no les permite visitar en forma periódica las salas cunas y jardines, muchas veces ni siquiera una vez en el año”, sostiene Crovetto.

Debido a ello, le solicitaron a la ministra de Salud, Helia Molina, “reparar esta brecha y asignar recursos monetarios para contratar profesionales nutricionistas”, así como “ingresar un proyecto de ley que señale claramente la cantidad de nutricionistas para salas cuna y jardines infantiles. También proponemos que el Mineduc cree el Departamento o Dirección de Nutrición Escolar, que planifique las acciones a realizar al interior de los establecimientos para enfrentar el flagelo de la obesidad y sobrepeso”, puntualizó Crovetto.