En el acto final de campaña, los independentistas catalanes llamaron este viernes a participar masivamente en la simbólica votación del domingo sobre la secesión de España que el gobierno regional celebrará pese a estar suspendida por la justicia.

“Votaremos sí porque no queremos ser nunca más independentistas, queremos ser independientes. Y lo haremos en contra del gobierno español que no nos quiere dejar votar”, aseveró la líder de la campaña, Carme Forcadell, presidenta de la Asamblea Nacional de Cataluña.

“Llamad a vuestros familiares, amigos y vecinos y decidles que el domingo tenemos que ir a votar. Hacedlos participar en el proyecto más bonito: construir de cero el país que siempre hemos soñado”, añadió Muriel Casal, también al frente de esta campaña.

A dos días de la consulta simbólica vetada por la justicia, los partidarios de la separación llenaron de banderas independentistas y del color amarillo característico del movimiento una amplia avenida al pie de la montaña de Montjuic, epicentro de los Juegos Olímpicos de 1992.

“Tenemos que cambiar radicalmente esta dependencia de España. Somos un país preparadísimo para ser independientes y hacer nuestro camino”, opinaba Nuria Bassa, de 50 años.

Detrás del escenario, donde también subieron representantes de los partidos nacionalistas, el monumental museo nacional de arte y una gran fuente estaban iluminadas de amarillo y, en medio, se levantaba un monumento formado por cuatro columnas que representan las franjas rojas de la bandera catalana.

Liderada por las asociaciones civiles que han coordinado las multitudinarias manifestaciones independentistas de los últimos años, la campaña, bautizada “Ara és l’hora” (Ahora es la hora), no tuvo oposición ya que los contrarios a la secesión decidieron boicotear una consulta que entienden ilegal y antidemocrática.

Suspendida por el Tribunal Constitucional, que ya bloqueó el referéndum inicial, la consulta será organizada por voluntarios, no tendrá censo electoral ni un órgano de supervisión, lo que despierta recelos de los contrarios a este movimiento.

Sin valor jurídico, el presidente regional Artur Mas, los partidos nacionalistas y las organizaciones independentistas esperan una gran participación que refuerce sus peticiones de celebrar un referéndum oficial que el gobierno español no permite.

Desde el miércoles, voluntarios, políticos y personajes públicos de la región realizaron más de 800.000 llamadas a hogares catalanes para informarles de cómo votar en una iniciativa que se alargará hasta el sábado.