En los años 80, Ayatolá Jomeini, fundador de la República Islámica firmó un documento que autorizaba el cambio de sexo. Es por esto que actualmente los clérigos aceptan que una persona pueda tener “el sexo equivocado”, aún así los homosexuales son castigados con la muerte, dejando al límite y sin opción a quienes viven en ese país.

Cambio de sexo o huir del país. Esa fue la disyuntiva que se generó en, Donya, una mujer que durante años mantuvo su cabello corto y no usaba velos. Según las declaraciones recogidas por la BBC, Donya, acudió al médico para detener su periodo menstrual “pensé que podía parar mis períodos, porque quería ser más masculina”.

Ante la presión social que sentía la mujer los conflictos internos que le provocaba la situación, comenzaron a crear en ella la necesidad de cambiar su género. Luego de esto empezó un tratamiento de hormonas para hacer más gruesa su voz. Al momento le ofrecieron la cirugía, pero dudó mucho debido a los efectos secundarios de la operación.

Presión

Un psicólogo de una clínica pública en Irán, comentó a BBC que a pesar de no ser una obligación cambiar el género, muchas personas terminan siendo empujadas hacia la decisión de la operación. “Los doctores reciben la instrucción de decirles a los pacientes que están enfermos y necesitan tratamiento”, indicó.

Además agrega que se sienten forzados ya que les ofrecen un crédito para pagar la operación, documentos de identidad nuevos junto con facilidades para caminar por las calles, lo cual es preocupante ya que el tratamiento es ofrecido a personas que no son transgénero sino homosexuales.

Cifras

BBC consigna que según cifras oficiales en Irán los cambios se sexo entre 2006 y 2010, aumentaron a 200, mientras que un médico indicó que sólo él había realizado más de 200 operaciones en un año. “Creo que en realidad les están violando sus derechos humanos. Me entristece que organizaciones que supuestamente tienen un objetivo humanitario toman partido por el gobierno, en vez de hacerlo por la gente” comentó el doctor que no quiso revelar su identidad.

Escape

La otra opción del escape es igual de complicada para quienes son homosexuales y habitan en Irán. Esta es la segunda alternativa y Turquía se convierte en la primera estadía, ya que los iraníes no necesitan visa.

Según indican esta “ruta del escape” continúa en Europa o América, donde solicitan asilo, tal como fue el caso de Donya, quien ahora con 33 años, tiene un hijo y espera recibir asilo en Canadá.

Otro caso es el de Arshan Parsi, quien se refugió en Turquía en 2005, luego de sufrir diversos actos de discriminación que llegaron hasta la negación de la atención médica por su condición, emigró hasta Canadá donde tiene un grupo de apoyo llamado “Tren Iraní para refugiados Gay”.