El socialdemócrata Aecio Neves, quien perdió las elecciones presidenciales frente a la mandataria izquierdista Dilma Rousseff, rechazó el martes pedidos para destituir a la actual gobernante e instaurar nuevamente un régimen militar en Brasil.

“Mi repudio más radical a las manifestaciones que piden el retorno de los militares. Esa es una apropiación indebida de un sentimiento de libertad de la sociedad”, dijo a la prensa tras retornar a sus labores como senador por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

El líder opositor agregó que “no hay ningún hecho específico que lleve a pedir una destitución (de Rousseff)”.

El último sábado unas 2.500 personas marcharon en Sao Paulo contra la reelección de Rousseff, cuestionando la transparencia de las elecciones, criticando las políticas de gobierno y acusando de corrupto al gobernante Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), que lleva ya 12 años en el poder.

Un grupo de manifestantes incluso exigió una “intervención militar ahora”, pedido que también ha sido replicado en las redes sociales. Neves rechazó que militantes de su agrupación tengan vínculos con esos planteamientos. “No soy golpista”, agregó, y prometió una oposición “dura y permanente”.

Neves consideró natural el pedido de su partido para auditar el proceso de elecciones, aunque dijo que no está cuestionando el resultado, ya que fue el primero en llamar a Rousseff para felicitarla por la victoria.

A propósito de las manifestaciones, Rousseff, una exguerrillera de 66 años que fue presa y torturada durante la última dictadura en Brasil (1964-1985), ha recordado a través de sus redes sociales el testimonio que dio ante el Congreso en el 2008: “Tenía 19 años, estuve tres años en cárcel y fui bárbaramente torturada (…) Yo combatí la dictadura militar y de eso tengo un inmenso orgullo”, dijo.

La última dictadura brasileña es la menos investigada del Cono Sur, y la única que no ha juzgado a los represores de esa época, porque una ley de amnistía de 1979 lo impide.

En tanto, un pedido para que Estados Unidos se pronuncie “contra la expansión comunista y bolivariana en Brasil, promovida por la administración Rousseff”, fue subido la semana pasada a un espacio para solicitudes en el sitio de internet de la Casa Blanca.

Al respecto, una portavoz de la embajada estadounidense en Brasilia dijo al portal de noticias Uol que esa solicitud no refleja la opinión de su país y recordó que la Casa Blanca ya felicitó a Rousseff por su reelección.