Los combatientes kurdos iraquíes se preparaban el sábado para participar en la batalla de Kobane, la ciudad siria fronteriza con Turquía donde esperan derrotar a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).

La llegada de los 150 peshmergas iraquíes a Kobane el viernes por la noche a través de la frontera turca ayudará a remontar la moral de las fuerzas kurdosirias, que defienden la ciudad desde hace más de seis semanas.

No obstante, los peshmergas, equipados de lanzacohetes, fusiles automáticos y morteros, todavía no participaron en los combates, al concentrarse por el momento en operaciones de logística, según el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.

Según esta ONG con sede en Reino Unido, unos 3.000 o 4.000 yihadistas luchan contra los entre 1.500 y 2.000 combatientes de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG, principal milicia kurdosiria) en Kobane.

A pesar de la llegada de combatientes y armas, los yihadistas siguen estando mejor equipados, al contar especialmente con tanques, dijo Rahman, quien indicó, no obstante, que la resistencia de las YPG y los bombardeos de la coalición internacional lograron por el momento impedir la caída de Kobane.

Optimismo prudente

Mustafá Ebdi, un miliciano kurdo originario de Kobane, reclamó desde la frontera turca “más refuerzos y armas”, al tiempo que mostraba “un cierto optimismo tras la llegada de los peshmergas”.

“Algunos kurdos me llamaron para preguntarme cuándo podremos regresar a casa. Algunos creen que la batalla terminará pronto, pero yo pienso que aún será larga”, añadió Ebdi, para quien “el EI también recibirá refuerzos”.

“Yo mismo quiero tomar las armas en Kobane. Quiero liberar mi casa”, dijo este miliciano kurdo, quien reclamó la apertura de la frontera turca para todos los kurdos que quieran seguir sus pasos.

Polat Can, un portavoz de las milicias kurdosirias, se mostró más optimista y explicó que los peshmergas aún no lucharon en Kobane. “Por el momento, despliegan sus armas, reconocen el terreno y se reparten las tareas. La artillería y las armas pesadas que trajeron consigo jugarán un papel importante”, aseguró.

Los combates en Kobane se concentran en los barrios del norte, que los yihadistas buscan arrebatar a los kurdos para aislar la tercera ciudad kurdosiria de Turquía.

Durante la noche, se registraron nuevos bombardeos contra posiciones de los yihadistas y tiroteos, según el OSDH.

Atentados en Bagdad

Desde el inicio de la ofensiva del EI el 16 de septiembre para conquistar Kobane, casi mil personas fallecieron, en su mayoría combatientes, según el OSDH, y más de 300.000 habitantes de la región abandonaron sus hogares rumbo, principalmente, a Turquía.

Kobane se convirtió en un símbolo de la lucha contra los yihadistas. En este sentido, miles de personas se manifestaron el sábado en Turquía y en otras ciudades como Londres y París para mostrar su apoyo a los combatientes kurdos.

La caída de esta ciudad en manos de los yihadistas les permitiría controlar una larga franja de territorio en la frontera con Turquía.

Acusado de crímenes contra la Humanidad, el EI aprovechó la guerra civil en Siria y la inestabilidad en Irak para hacerse con el control de amplios territorios en ambos países, donde declaró un califato.

En Irak, la coalición bombardeó de nuevo a los yihadistas en el norte y oeste del país. Por su parte, el ejército iraquí continúa con su lucha para hacerse con Baiji (norte) y, así, asegurar la principal refinería del país.

Antes de la gran fiesta chiita de la Ashura, prevista el martes, 24 personas fallecieron en ataques en Bagdad y en sus alrededores.