La familia de un menor de edad que murió en una máquina picadora de hielo e 2012, en Talcahuano, llegó a un acuerdo reparatorio con el dueño de la empresa donde el joven perdió la vida.

El hecho ocurrió el 15 de febrero del año 2012, al interior del frigorífico San Rafael, en Talcahuano.

Ese día, Bryan Antonio Díaz Cáceres, de apenas 17 años, fue designado para desempeñar funciones en una máquina de tornillo sin fin, una especie de pica hielo, con filosas hojas.

El joven carecía de experiencia para operar la máquina, ya que llevaba apenas dos meses trabajando en el lugar y realizando otras funciones.

El año pasado, el Ministerio Público formalizó al propietario y representante legal de la empresa, Marcelino González Rivera, por cuasi delito de homicidio, ya que un informe de la inspección del trabajo advirtió deficiencias del frigorífico.

Finalmente, la madre del joven y el empresario imputado llegaron a un acuerdo reparatorio por 50 millones de pesos, el que validó el juzgado de garantía de Talcahuano, con lo cual se puso término a la causa penal.