El artefacto explosivo que detonó en el Barrio Yungay, y que causó la muerte de Sergio Landskron, habría sido instalado en el acceso a la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup), según un infome policial.

El análisis realizado por Carabineros fue entregado a la Fiscalía Metropolitana Sur, y en él se indica que dos sujetos bajaron de un taxi para dejar el bolso abandonado frente a la puerta de la entidad, en calle Santa Mónica.

Según publica El Mercurio, las cámaras de seguridad del recinto registraron este movimiento, que viene a confirmar las sospechas expresadas desde la entidad penitenciaria, quienes incluso interpusieron una acción judicial.

El registro de las imágenes mostrarían que posteriormente Landskron pasó por el lugar, y recogió la mochila abandonada. Desde ahí la hipótesis apunta a que el joven de 29 años continuó su trayecto por Erasmo Escala, y cuando había pasado García Reyes, decidió revisar lo que contenía el bolso, momentos en que detonó el artefacto.

Tras conocer los antecedentes, el Ministerio Público junto a la policía ha redoblado esfuerzos por lograr dar con los sujetos que instalaron el artefacto, y que incluso habrían lanzado panfletos con la leyenda: “Carceleros: considérense siempre un blanco de nuestras acciones”.

El presidente de la ANFUP, Pedro Hernández, manifestó que no les toma de sorpresa este análisis porque tenían la convicción de que el artefacto instalado era para ellos al encontrar panfletos tras el ataque y que esto mismo, ya se lo habían expresado al Ministerio del Interior.