Un niño con fiebre que estuvo en un país africano afectado por la epidemia de ébola dio negativo el lunes en Nueva York a un examen por posible contagio del virus, mientras que una enfermera que se encontraba en cuarentena obligatoria en Nueva Jersey fue dada de alta.

El niño, de cinco años y que visitó Guinea en un momento en las últimas tres semanas, había sido ingresado el domingo por la noche al hospital Bellevue de Manhattan, donde presentó un cuadro de fiebre, señaló el Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York.

Sin embargo, el examen que se le practicó dio resultado “negativo”, agregaron las autoridades, precisando que se le sometería a nuevos tests en los próximos días para estar seguros de que no contrajo la enfermedad.

El niño “permanecerá en aislamiento hasta que se tengan los resultados de todos los exámenes”, aclaró esa agencia gubernamental.

Nueva York tiene hasta el momento un caso de ébola: un médico que contrajo el virus tras atender a pacientes infectados en Guinea y que se encontraba en condición estable según el último parte médico.

En la vecina Nueva Jersey, una enfermera fue dada de alta este mismo lunes tras haber sido sometida a una cuarentena obligatoria desde el pasado viernes.

“Luego de haber dado negativo a los exámenes de ébola el sábado por la mañana, la paciente monitoreada en aislamiento no ha presentado afortunadamente síntomas en las últimas 24 horas”, señaló el Departamento de Salud de Nueva Jersey.

“Tras ser evaluada por el CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) y sus médicos, la paciente fue dada de alta”, agregó esa agencia en un comunicado.

Kaci Hickox había reaccionado con enojo a la decisión de las autoridades de Nueva Jersey de colocarla el viernes en cuarentena obligatoria, denunciando que la habían hecho sentir como una criminal al aislarla en una tienda sin ducha.

La enfermera oriunda de Maine (noreste) fue trasladada a su estado en un vuelo privado, explicó el Departamento de Salud de Nueva Jersey.

La epidemia, que de momento se ceba en tres países africanos (Liberia, Sierra Leona y Guinea) y va llegando con cuentagotas a Europa y Estados Unidos, ya ha sobrepasado los 10.000 casos y ha matado a cerca de 4.900 personas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En Estados Unidos, la enfermedad ha dejado por el momento una víctima mortal, el liberiano Thomas Eric Duncan, fallecido en Texas (sur). Dos enfermeras estadounidenses que se contagiaron mientras lo trataban se curaron.

La Casa Blanca ha presionado a Nueva York y Nueva Jersey para que flexibilicen sus duras reglas de cuarentena, exigidas para todo médico que haya tratado pacientes infectados.