Una dura batalla judicial libra una mujer que todavía sufre graves complicaciones tras una cesárea practicada hace tres años en el Hospital de Tomé. Lo único que pide es que se le someta a una intervención definitiva que aliviaría sus malestares.

Andrea Zanotti Biglia dio a luz a su bebé el 23 de diciembre de 2011, sin saber que durante todo el embarazo había presentado una placenta increta, es decir, que se incrusta en el músculo del útero causando en éste graves alteraciones.

Tras el nacimiento, comenzó a tener muchas molestias y dolores, pero como nunca se le informó de su patología, asegura fue tratada una y otra vez de manera errónea, como si sólo hubiesen quedado en ella restos placentarios.

Ha iniciado una serie de acciones legales que sin embargo no han resultado a su favor debido a que un informe del Servicio Médico Legal respalda las conductas médicas desarrolladas en su caso por el personal que la atendió.

Por esto, la afectada pidió al perito médico legal de la Corte de Apelaciones de Santiago, Hernán Lechuga Farías, que analizara este informe. En conversación con La Radio, el especialista afirma que el documento del SML presenta inconsistencias.

Para Andrea Zanotti, es inexplicable que este informe pericial no sea admitido por la fiscalía, que investiga su denuncia, sólo por el hecho de haber sido contratado por ella.

Actualmente, su caso también es analizado por el comité de ética del Colegio Médico de Concepción, donde ha sido citada para tratar de mediar en un acuerdo que le permita someterse a la extirpación del útero, que en su caso es la única solución.