Jerusalén Este seguía bajo tensión este sábado después de una noche de enfrentamientos entre jóvenes palestinos y policías israelíes y horas antes del funeral del palestino que mató un bebé israelí con su vehículo antes de ser abatido.

Por tercera noche consecutiva se registraron incidentes en Jerusalén Este, la parte palestina anexionada y ocupada por Israel.

En varios barrios, la policía disparó balas de goma y granadas lacrimógenas, hiriendo a una treintena de palestinos, afirmó la agencia palestina Wafa. Ninguna fuente independiente ha confirmado el balance.

El centro de información de Wadi Halueh, una asociación palestina local, ha colgado en internet videos en los que se ven apartamentos incendiados por disparos de granadas.

Otras imágenes muestran a palestinos quemando neumáticos y lanzando piedras a los policías.

Al menos cuatro palestinos fueron detenidos en las escaramuzas, informó la policía israelí.

El viernes, Orwa Hammad, un adolescente palestino-estadounidense de 14 años fue abatido por el ejército israelí en la Cisjordania ocupada. Su familia esperará al domingo para las exequias para que pueda asistir su padre, residente en Estados Unidos.

Este sábado está previsto el funeral de Abdelrahman Shalodi en presencia de 80 personas como máximo y bajo fuertes medidas de seguridad, por una decisión de un tribunal israelí, informó la agencia Wafa.

Shalodi, de 21 años, fue abatido tras haber impactado intencionalmente su vehículo contra un paradero del tranvía de Jerusalén, hiriendo a seis israelíes y matando a un bebé de tres meses, según la policía y el gobierno israelí.

Además el gobierno israelí asegura que Shalodi es miembro de la organización radical islamista Hamas y autor de un atentado “terrorista”.

Su madre Inas Sharif, de 42 años, afirma sin embargo que fue un accidente automovilístico.