Un estudio científico ha logrado explicar -en cierta medida- por qué la gente tiene el humor que tiene y todo por culpa (o bendición) de la estación del año en que naciste.

La conclusión es bien sencilla, quienes nacen en el invierno tienden a ser más apacibles, amigables, amables y cuando adultos, incluso adorables, sin embargo, los que nacen en verano son más temperamentales y de humor cambiante, por lo que soportarlos está bajo nuestro propios riesgos.

Se trata de una investigación publicada por el diario británico Telegraph que estudió a 400 personas e identificó sus personalidades y fechas de nacimiento.

Así, concluyeron que las personas nacidas en ciertas épocas del año tienen una mayor probabilidad de desarrollar ciertos tipos de temperamentos, que pueden conducir a trastornos en el estado de ánimo.

Xenia Gonda, investigadora principal del equipo, explicó que “los estudios bioquímicos han demostrado que la estación del año en la que se nace influye sobre ciertos neurotransmisores de monoamina, como la dopamina y la serotonina, que es detectable incluso en la vida adulta”.

Gonda, que es profesora del Departamento de Clínica y Salud Mental Teórica de la Universidad de Semmelweis, en Budapest (Hungría), agregó que lo anterior les llevó a creer que a creer que la temporada de nacimiento puede tener un efecto más duradero. “En nuestro trabajo se observaron a más de 400 individuos y se comparó su época de nacimiento con su tipo de personalidad posteriormente en la vida. Básicamente, parece que la temporada del año en la que se nace puede aumentar o disminuir su probabilidad de padecer ciertos trastornos del estado de ánimo, indicó.

De esta forma se descubrió que quienes poseen un temperamento ciclotímico (caracterizada por rápidos cambios de estados de ánimo, entre tristes y alegres), lo poseen en mayor medida los nacidos en el verano, en comparación con los nacidos en el invierno.

Los excesivamente positivos, es decir, aquellos que poseen un temperamento hipertímico, fueron identificados en primavera y verano.

Asimismo, quienes nacen en invierno son significativamente menos propensos a contar con un temperamento irritable que los nacidos en otros momentos del año, mientras que los nacidos en el otoño, se caracterizan de una tendencia significativamente menor a tener un temperamento depresivo, que los nacidos en invierno.

“Todavía no podemos decir nada acerca de los mecanismos implicados. Lo que ahora estamos viendo es que si existen marcadores genéticos que están relacionados con la temporada en que se nace y estado de ánimo”, concluyó Gonda, quien reconoció que se deben aún seguir haciendo nuevas investigaciones sobre el tema.

De todas formas, intenta comprobar qué tan cierto es, averiguándolo con tus amigos.