Veintidós personas, en su mayoría mujeres y niños, fueron asesinadas el viernes por la noche en la segunda masacre en 48 horas perpetrada por rebeldes ugandeses en el este de la República Democrática del Congo.

“Veintidós personas murieron esta noche en Eringeti, entre ellas diez mujeres y ocho niños”, declaró este sábado por la mañana Amisi Kalonda, administrador del territorio de Beni, en la provincia de Kivu del Norte.

Eringeti se encuentra a unos 50 km al norte de Beni, donde los rebeldes ugandeses de la llamada Alianza de Fuerzas Democráticas (ADF) mataron el miércoles por la noche a machetazos a 30 personas.

Este grupo rebelde ugandés, instalado entre Beni y la frontera ugandesa desde mediados de la década de 1990, es la única milicia activa en la región actualmente.

Según una ONG con sede en Beni, la Sociedad Civil de Kivu del Norte, la matanza tuvo lugar entre las 19:00 horas y las 21:30 horas.

“Las personas murieron principalmente a machetazos, hachazos y a azadadas”, escribe esta organización en un comunicado, que asegura que las cabezas de algunos “fueron golpeadas contra la pared”.

En dos semanas, “al menos 79 personas fueron ejecutadas salvajemente por las ADF”, añade el texto, que pide a los cascos azules de la Misión de la ONU en el Congo (MONUSCO) que se “impliquen militarmente junto [al ejército], y no se limiten a un apoyo logístico, para acabar definitivamente con estos terroristas”.

Esta ONG prevé una reunión este sábado “para, vista la situación, definir entretanto acciones a cargo de la población”.

Las ADF cuentan con unos 400 combatientes musulmanes.

Vacío dejado por el ejército

El ejército congoleño lanzó en enero una operación de envergadura contra este grupo apoyada por la MONUSCO (suministro de víveres y municiones, ayuda a la evacuación de los heridos, a la planificación de las operaciones…).

En unos meses, el ejército logró expulsar a los rebeldes de la mayoría de sus bastiones y el gobierno afirmó que la captura de los pocos combatientes que quedaban era una mera formalidad.

Pero en abril algunos expertos extranjeros ya advertían que no era una tarea fácil en una región tan accidentada.

Tras el fallecimiento a finales de agosto del general Lucien Bahuma, al mando del ejército de Kivu del Norte, la operación militar pasó a punto muerto, afirma un experto en la zona que pide el anonimato.

El vacío dejado por el ejército ha permitido a los rebeldes de ADF ganar terreno y en unos quince días llevaron a cabo varios ataques, primero contra pueblos aislados y después contra Oicha y Beni.

El este de la RDC está devastado por los conflictos armados desde hace más de 20 años. Kivu del Norte es la provincia más afectada por la violencia pese a la presencia en el país de más de 20.000 cascos azules.