Invisible durante seis semanas, el dirigente norcoreano Kim-Jong-Un volvió a aparecer este viernes en portada de la prensa oficial, caminando con un bastón.

El Rodong Sinmun, diario del partido único, publicó una foto de un Kim sonriente, con un bastón negro en la mano izquierda, durante la visita a dos espacios residenciales construidos para los empleados de la universidad Kim Chaek, especializada en la investigación nuclear.

Ya el martes apareció en otra fotografía, inspeccionando una urbanización recién construida en la capital del país, Pyongyang. Era su primera aparición en público desde el 3 de septiembre.

Tercer Kim de la única dinastía comunista de la historia, el joven dirigente, de unos 30 años, reapareció tras una ausencia inexplicada de más de un mes que alimentó todo tipo de conjeturas sobre su estado de salud o la hipótesis de un golpe de Estado en el país.

Antes de desaparecer, la televisión estatal lo mostró cojeando. Kim parece sufrir de sobrepeso y sus pasos son lentos y torpes.

Kim Jong-Un sucedió a su padre Kim Jong-Il, fallecido de un infarto a finales de 2011 a la edad de 69 años. La noticia de su muerte fue ocultada durante dos días. Su abuelo Kim Il-Sung es el fundador de la República Popular Democrática de Corea.

Los Kim, cuyas estatuas y retratos coronan avenidas y edificios de todo el país, son objeto de un culto a la personalidad sabiamente orquestado por la propaganda oficial.