Los combates entre las fuerzas kurdas y el grupo Estado Islámico (EI) en la ciudad kurdosiria de Kobane seguían este viernes, mientras el ejército iraquí lanzaba un asalto contra los yihadistas en el país vecino.

En ambas batallas, la coalición internacional liderada por Estados Unidos lanzó ataques aéreos contra las posiciones de este grupo sunita ultrarradical que, según una ONG siria, hizo despegar tres aviones sustraídos al ejército sirio.

En Kobane, blanco de una ofensiva yihadista desde el pasado 16 de septiembre, los combatientes kurdos no conseguían trasladar a unos civiles por los disparos de tiradores emboscados, según un responsable local, Anwar Moslem.

El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) afirmó sin embargo que un gran número de ellos “se niega a marcharse, prefiriendo morir en su ciudad antes que exiliarse”.

El futuro de esta localidad, símbolo de la lucha contra los yihadistas, sigue siendo muy incierto, a pesar de los combates que han causado cerca de 700 muertos, según el OSDH, y provocado la huida de cientos de miles de habitantes de la región.

Para el general estadounidense Lloyd Austin, que dirige los bombardeos contra el EI, han surgido señales “alentadoras” en los últimos días.

Este viernes, los yihadistas, que controlan el 50% de la ciudad, lanzaron ofensivas en el este y cerca del centro de Kobane, al tiempo que la principal milicia kurda atacaba en el suroeste, indicó esta ONG.

Al menos seis ataques de la coalición apuntaron a posiciones del EI, añadió el OSDH, que se apoya en una amplia red de informadores y activistas en el terreno.

- MIG sustraídos por el EI -

La “coalición destruyó muchos vehículos y piezas de artillería del EI. Vemos los cadáveres de los combatientes (yihadistas) en las calles”, asegura Moslem. “Nuestros soldados refuerzan sus posiciones defensivas (…), pero el peligro sigue aquí”.

Kobane parecía estar a punto de caer hace unos días a manos del EI, pero la resistencia de los kurdos y un aumento de los ataques aéreos -100 desde finales de septiembre- consiguieron detener el avance de los yihadistas.

El EI, cuyo ascenso se vio favorecido por la guerra civil que estalló en Siria en marzo de 2011, también lucha en otros frentes, como en Deir Ezzor (este) o cerca de Alepo (norte), contra las fuerzas del régimen, y Hasaka (noreste), contra los kurdos.

El OSDH añadió otro motivo de preocupación en este conflicto. Según la ONG, los yihadistas hicieron despegar tres aviones sustraídos al ejército sirio, con la ayuda de pilotos del antiguo ejército iraquí, disuelto tras la muerte de Sadam Husein.

Washington reveló, por su parte, que se había reunido, por primera vez, con los kurdos de Siria la semana pasada. Los contactos previos se habían llevado a cabo mediante intermediarios.

- Irak, “principal esfuerzo” para EEUU -

En la ciudad rebelde de Duma, cerca de Damasco, al menos 15 personas murieron en ataques aéreos del régimen de Bashar al Asad, según el OSDH.

En Irak, a pesar del avance de los yihadistas, que controlan la mayor parte de la provincia de Al Anbar (oeste), el Pentágono se mostró confiado sobre el futuro de Bagdad.

“Creemos que Bagdad está fuera de peligro de una amenaza inminente”, dijo el Pentágono. “No hay concentraciones masivas de las fuerzas del EI a las afueras” de la ciudad, añadió. “Irak es nuestro principal esfuerzo y debe serlo”, dijo el general Austin.

Aunque Bagdad está por el momento fuera del control de los insurgentes sunitas, estos llevan a cabo habitualmente ataques en la capital. Así, al menos 23 personas murieron este viernes en la explosión de tres coches bombas en diferentes barrios bagdadíes.

En otro frente, las tropas iraquíes, apoyadas por los bombardeos de la coalición, lanzaron una nueva operación para intentar retomar territorios a los yihadistas al norte de Tikrit, a unos 160 km al norte de Bagdad, según jefes militares.

En las zonas bajo su control, el EI cometió atrocidades que indignaron a la comunidad internacional, en particular las ejecuciones por decapitación de cuatro rehenes occidentales.

Estados Unidos excluyó recurrir a tropas terrestres para combatir a los yihadistas en el marco de una estrategia que consiste en reforzar al ejército y a las fuerzas kurdas en Irak, así como a los rebeldes “moderados” y a los kurdos en Siria.