Venezuela, España, Angola, Malasia y Nueva Zelanda fueron electos este jueves como miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) en votaciones de la Asamblea General del organismo.

Salvo España, los otros países fueron elegidos con al menos dos tercios de los votos (129), que es el mínimo requerido. Angola obtuvo 190 votos de los 193 países miembros, Malasia 187, Venezuela 181, Nueva Zelanda 145.

España disputó con Turquía el quedarse con uno de los dos asientos no permanentes que le corresponden a Europa. Pero fueron necesarias dos votaciones adicionales. Finalmente Turquía sólo obtuvo 60 votos, contra 132 de España.

Malasia, Venezuela y Angola ya habían sido seleccionados por sus respectivos grupos regionales y por eso no tenían adversarios.

El Consejo, que cuenta con 15 miembros, entre ellos cinco permanentes con poder de veto, renueva cada año la mitad de sus diez asientos no permanentes.

Los nuevos miembros iniciarán en enero un mandato de dos años.

Por su parte la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power, aprovechó la oportunidad para criticar a Venezuela: denunció “violaciones de los derechos humanos que van en contra de la Carta de la ONU”.

Washington “seguirá pidiendo al gobierno de Venezuela que respete las libertades fundamentales de su pueblo”, añadió.

VENEZUELA “NO ESTÁ AISLADA”

Para el presidente venezolano, Nicolás Maduro, la elección de su país por 181 votos muestra “un récord mundial de apoyo, de amor, de confianza” y prueban que Venezuela “no está aislada en el mundo”.

“Éste es un día en que el mundo le ha dado un apoyo a nuestra patria. (…) Debemos sentir en nuestro corazón la felicidad y alegría de que Venezuela en el mundo es un país querido”, dijo Maduro en cadena obligatoria de radio y televisión desde el palacio de Miraflores.

De su lado, el ministro neozelandés de Relaciones Extranjeras, Murray McCully, agradeció el “voto de confianza” a su país, que ha realizado una campaña activa durante diez años.

Tener un asiento en el Consejo otorga una mayor influencia en la ONU y un mayor peso en algunas negociaciones bilaterales. Estudios recientes también tienden a demostrar que los países que son invitados al Consejo de Seguridad obtienen más ayudas internacionales o del Fondo Monetario Internacional.

Pero en los hechos a menudo los miembros no permanentes no tienen real poder de decisión y son los cinco miembros permanentes (Estados Unidos, China, Francia, Rusia y Gran Bretaña) los que marcan el ritmo y establecen el orden del día de los debates y sus grandes lineamientos.

EQUILIBRIO NO ALTERADO

Según los diplomáticos en el Consejo, los nuevos integrantes no deberían alterar el equilibrio de fuerzas. El Consejo está dividido sobre la crisis siria y ucraniana entre occidentales por un lado y China y Rusia por el otro.

Pekín y Moscú interpusieron cuatro veces su veto ante propuestas de los países occidentales sobre Siria y cada debate sobre Crimea o el este de Ucrania termina en un diálogo de sordos.

Los responsables de derechos humanos se preocupan, no obstante, por la llegada de Venezuela, destacando que en otras oportunidades el país buscó proteger sistemáticamente países como Irán o Bielorrusia.

Los diplomáticos se preguntan por otro lado si la presencia de Turquía, vecina de Siria e Irak, refugio de cientos de miles de sirios y con tensas relaciones con Israel, no podría complicar la búsqueda de una solución de dos grandes temas: el avance de los yihadistas y la reanudación del proceso de paz en Medio Oriente.

Los cinco países elegidos este jueves, que ya estuvieron antes en el consejo, reemplazarán a Argentina, Ruanda, Corea del Sur, Australia y Luxemburgo.

Los otros cinco miembros no permanentes que serán reemplazados el año que viene son Chile, Nigeria, Jordania, Chad y Lituania.

El Consejo de Seguridad tiene como meta el mantenimiento de la paz y de la seguridad en el mundo. Puede imponer sanciones y autorizar el uso de la fuerza militar.