El arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati valoró este jueves el fallo condenatorio en contra del sacerdote John O’Reilly por abuso sexual reiterado de una niña, en un caso que golpea a la elite chilena.

En entrevista con el noticiero de Canal 13, la máxima autoridad de la Iglesia Católica abordó el caso donde O’Reilly, de 68 años, fue encontrado culpable de abuso sexual reiterado contra una menor entre marzo y diciembre de 2010 y entre marzo y julio de 2012, en un exclusivo colegio del oriente de Santiago, donde el sacerdote se desempeñaba como líder espiritual.

De acuerdo a la sentencia, hay pruebas suficientes para acreditar que O’Reilly abusó de la menor que hoy tiene nueve años.

Al respecto, Ezzati aseguró que “cualquier daño que se le haga a un menor es un daño gravísimo que tiene que ser naturalmente, rectamente juzgado y también sancionado y en este sentido la justicia chilena ha hecho este trabajo, por consiguiente, de parte mía, un absoluto respecto y adhesión a lo que la justica chilena ha hecho”.

Por años el sacerdote irlandés -que llegó al país en 1984- fue el rostro de la ultra conservadora Congregación Legionarios de Cristo en Chile.

En ese sentido, el cardenal Ezzati también tuvo palabras para la agrupación indicando que “tengo una solidaridad muy grande con la familia, con la cual he conversado y he mantenido estos días una relación vía mail y también una oración por los Legionarios de Cristo para que este dolor, para que este sufrimiento sirva para que cada sacerdote vivamos de verdad de acuerdo a lo que es nuestra vocación: servidores de Jesús para la gente”.

El caso toca a uno de los sacerdotes más influyentes de Chile, a quien el Congreso otorgó la nacionalidad chilena por gracia en 2008. El abuso se habría producido en el seno del exclusivo Colegio Cumbres, al que asisten los hijos de gran parte de la élite chilena.

“Esto es una purificación: cuando el campesino poda la vid, la vid llora, pero es la condición para que la vid dé fruto abundante. Yo estoy convencido que esta poda que duele, que avergüenza, es una poda que significa que la primavera de la Iglesia está en acto y está llamada a dar fruto abundante para Chile y para el mundo entero”, señaló.

Por último, el arzobispo de Santiago se refirió a la polémica por lso antecedentes que envió de los sacerdotes Aldunate, Berríos y Puga; a quienes les cuestiona sus críticas a la conducción de la Iglesia.

Al respecto, reiteró que la información era falsa. “Aquí se tiene un claro ejemplo de cómo la maledicencia y la incapacidad de buscar por los caminos de la verdad, es mala clase”, sentenció.