El amor también estuvo presente en la vida de los próceres de la Patria. Un ejemplo de ello es José Miguel Carrera, cuyo natalicio se celebra hoy 15 de octubre.

Según diversos historiadores, Carrera acostumbraba a escribir cartas de amor a su esposa María Mercedes Fontecilla Valdivieso, con quien – en medio de su lucha por la independencia- contrajo matrimonio el 20 de agosto de 1814 en la Catedral de Santiago y cuando ella tenía sólo 15 años. Juntos tuvieron 5 hijos: Francisca Javiera, Roberta, Rosa, Josefa y José Miguel.

El último escrito romántico que Carrera dedicó a su amada, es conservado por el Archivo Nacional del Dibam (Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos de Chile). Allí, el prócer se despide de su mujer antes de ser fusilado el 4 septiembre de 1821.

Archivo Nacional

Archivo Nacional

Según cuentan en el sitio oficial de la entidad mencionada, el prócer redactó esta misiva la misma mañana de su muerte mientras estaba recluido en la cárcel de Mendoza en Argentina, luego de “ser derrotado por las fuerzas del coronel mendocino José Albino Gutiérrez en la localidad de Punta del Médano el 30 de agosto de 1821″.

“A pesar de los intentos de replegarse a Jocolí con sus tropas, el chileno fue traicionado por algunos seguidores y oficiales, quienes le tomaron prisionero y entregaron al coronel Gutiérrez junto a José María Benavente y Felipe Álvarez”, explican.

Tras ser juzgado, fue condenado a muerte. Es así como a comienzos de septiembre a eso de las 12:00 del día fue fusilado en la plaza de Mendoza por orden de Tomás Godoy Cruz.

A 229 años de su nacimiento, en BioBioChile recordamos la carta que José Miguel Carrera dedicó a su amada Mercedes Fontecilla, quien también se encontraba en Argentina en ese momento.

“Sótano de Mendoza, Septiembre 4 de 1821, 9 de la mañana

Mi adorada pero muy desdichada Mercedes

Un accidente inesperado y un conjunto de desgraciadas circunstancias me han traído a esta situación triste: ten resignación para escuchar que moriré hoy a las once, sí, mi querida, moriré con el solo pesar de dejarte abandonada con nuestros cinco tiernos hijos, en un país extraño, sin amigos, sin relaciones, sin recursos.

¡Más puede la providencia que los hombres! No sé porqué causa se me aparece como un ángel tutelar el oficial D… Olazabal con la noticia que somos indultados y vamos a salir en libertad con mi buen amigo Benavente y viejito Álvarez que nos acompaña.

Solo la Patria y ley [ilegible] nos debemos
Y por ella morir, vivir por ella
¿Amáis la libertad, disfrutáis de ella? Dignos apareced de conservarla
H del R
Ídem
Los hombres son iguales no en sus [¿tumbas?]
En la virtud su diferencia estriba
Solo es una la ley en todo Estado, ningún mortal ante ella se distingue” (sic).

Con respecto a las frases algo incoherentes del final de la carta, la coordinadora del Archivo Nacional Histórico, Emma de Ramón, explica que Carrera “estaba a minutos de ser fusilado y, posiblemente, esto le hacía ser un poco errático en su mensaje, pasando del tema de la despedida a frases relativas a su amor a la Patria, a la libertad y a las leyes. Recordemos que uno de los principios que inspiraba a estos libertadores era la idea que todos debíamos ser iguales ante la ley, diferente del sistema monárquico cuyas leyes se aplicaban de manera diferente según el estamento al que pertenecían las personas (nobleza o pueblo llano)”.

Carta de José Miguel Carrera a su esposa

Carta de José Miguel Carrera a su esposa