Grecia, que reclama desde hace 30 años los frisos del Partenón expuestos en Londres, ha logrado un éxito mediático con el apoyo a su campaña de la abogada británica Amal Clooney, pero necesitará sólidos argumentos jurídicos para ganar también la batalla legal.

La efervescencia que rodea la presencia desde el lunes en Atenas de la esposa de George Clooney casi ha hecho olvidar que ni la joven letrada ni sus dos colegas londinenses están capacitados legalmente para defender la causa de Atenas por el momento.

El gobierno griego los ha invitado a presentar “ideas y propuestas sobre los aspectos legales de esta reivindicación”, explicó el ministro heleno de Cultura, Kostas Tassoulas.

Esta es la primera vez que Atenas parece valorar la posibilidad del arma jurídica contra Londres, que siempre se ha opuesto a sus reivindicaciones sobre la devolución de los frisos del monumento más célebre de Atenas: 75 metros de placas esculpidas en mármol sacadas de Grecia a principios del siglo XIX por que el embajador británico frente al gobierno otomano de aquel entonces.

El primer ministro griego, Antonis Samaras, y los abogados británicos han dado una rueda de prensa este miércoles en el museo de la Acrópolis.

Por su parte, el presidente de la “Asociación internacional para la reunificación de las esculturas del Partenón”, el australiano David Hill, también se pronunció esta semana a favor de la opción legal y explicó que fue él quien, a petición de Atenas, se había puesto en contacto con el gabinete donde trabaja Amal Clooney.

Hill explicó al diario australiano Neos Kosmos que esta posibilidad ya se había contemplado en 2011, pero había sido pospuesta por la mala situación económica.

La vía jurídica no es fácil

Esta no es la primera vez que Grecia reclama lo que considera suyo: desde la campaña lanzada en 1983 por la actriz y luego ministra de Cultura Melina Mercouri, todos los gobiernos han hecho suya la antigua reivindicación, especialmente durante los Juegos Olímpicos de 2004 y la apertura del nuevo museo de la Acrópolis en 2007.

Mientras, el templo más emblemático espera el regreso de la mitad de los frisos, que en su conjunto narran la procesión de las Panateneas, fiesta religiosa de la antigua ciudad de Atenas dedicada a su diosa protectora.

Pero la única respuesta obtenida hasta la fecha desde el British Museum de Londres, donde se exponen los mármoles en disputa, fue la oferta de un préstamo temporal de las piezas a la capital griega.

La vía de la batalla legal es, no obstante, complicada y, como advierten varios juristas en la prensa helena estos días, un fracaso sería fatal para toda reclamación superior.

El abogado y profesor de Derecho en la Universidad de Atenas Charalambos Chrissanthakis explicó a AFP que un acuerdo bilateral sería la opción “más eficaz” para recuperar las piezas, frente a otras opciones, como el recurso frente al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que podrían alargarse demasiado en el tiempo.