La Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) realizaron el lanzamiento de la campaña de prevención de accidentes agrícolas, enfocada,entre otros aspectos, en evitar lesiones por volcamiento de tractores, principal causa de muertes en este tipo de labores.

La actividad tuvo lugar en el Complejo Educacional Agrícola de Talagante, perteneciente a la red SNA Educa. La gerente de Asuntos Corporativos, Marcela Bravo, y el presidente de la SNA, Patricio Crespo, dieron el vamos a esta iniciativa.

El objetivo es promover entre los operarios y trabajadores agrícolas el cuidado y las medidas que deben tomar al operar este tipo de maquinaria y tomar conciencia sobre los riesgos a los que se pueden exponer.

Esta iniciativa busca evitar que 10 mil operadores de tractores a lo largo de Chile, que trabajan en labores de sector agrícola y manejo de carga, sufran accidentes.

Marcela Bravo, precisó que “desde 2013 a la fecha, han fallecido diez trabajadores en actividades en el campo, principalmente en aquellas relacionadas a la operación de equipos. Nuestra meta es no tener accidentes graves ni fatales por volcamientos de tractor. Las principales causas de este tipo de lesiones son por exceso de velocidad, sobrepasar la capacidad de carga, llevar pasajeros en el chassis o en el coloso y circular por caminos o lugares con pendientes pronunciadas“.

La gerente agregó que “queremos que los trabajadores se cuiden y que tomen conciencia que lo más importante es la vida humana. Para nosotros es prioritario difundir esta campaña a lo largo de todo Chile, en las escuelas agrícolas de la SNA. Ninguna campaña tiene éxito si no es un trabajo en conjunto entre gremios, empresas, trabajadores y alumnos. No queremos más accidentes, por eso queremos promover medidas de prevención y auto cuidado en las empresas y trabajadores del rubro”.

En tanto, el presidente de la SNA, Patricio Crespo, manifestó que como tarea prioritaria para el sector, es mejorar los índices de seguridad de los trabajadores del agro.

“Es por eso que hemos iniciado un trabajo conjunto para impulsar la capacitación de empresas y trabajadores, poniendo el foco en la prevención y el autocuidado”, expresó Crespo, quien agregó que el tema también lo están trabajando al alero de la Mesa Laboral Agrícola, integrada por organizaciones gremiales y sindicatos del sector silvoagropecuario.

El presidente de la SNA agregó que la operación de tractores es una de las actividades con mayor riesgo y que exige una preparación adecuada, de modo que el trabajador domine tanto el manejo profesional de la maquinaria como la implementación de medidas preventivas de protección personal.

El experto del rubro agrícola de la ACHS, Francisco Barraza, dijo que “cada año debemos lamentar la ocurrencia de accidentes graves y fatales por volcamiento de tractores, por eso la importancia de prevenir las causas que originan este tipo de accidentes, preocupándonos de los aspectos administrativos como la capacitación y la documentación técnica, el mantenimiento, el acople de implementos, uso de elementos de protección personal por parte del operador y verificar las condiciones de trabajo”.

Barraza también manifestó que las principales medidas para evitar este tipo de accidentes son, “mantener la velocidad, no transitar por lugares con pendientes pronunciadas, no llevar pasajeros en el chasis y mantener el tractor en buenas condiciones de uso”.

Otras principales causas de accidentes agrícolas son atrapamiento con partes móviles de equipos (accesorios y motores de maquinaria agrícola, rodillos y cintas de mesas de selección); caídas de escaleras y banquillos (loros) en faenas de poda y cosecha (mal apoyo en terreno, pérdida de equilibrio); golpes de animales (patadas, caídas de caballo, embestidas).

Los accidentes más frecuentes, son resbalones y caídas al trasladarse por el campo; proyección de partículas en ojos en faenas de poda y cosecha (no uso de protección ocular); sobre esfuerzo al tirar alambres de cercos y amarras, al sacar ramas de poda; sobre esfuerzo por traslado de capachos o bandejas con frutas de manera incorrecta; intoxicaciones masivas; fugas de amoníaco en cámaras de frío; no cumplimiento de tiempos de ingreso en aplicación de plaguicidas; y mal sello de cámaras de fumigación.