Frente a la preocupación manifestada el fin de semana por el Colegio Médico de Valparaíso y la Fenats del Hospital Carlos Van Buren, quienes denunciaron a a Radio Bío Bío la presunta falta de implementación y nula capacitación del personal para enfrentar un eventual caso de ébola -sobre todo para un recinto que en la zona atenderá este tipo de casos-, las autoridades salieron a informar sobre las medidas que se han adoptado.

En este sentido el director del Servicio de Salud Valparaíso San Antonio, Dagoberto Duarte, explicó que se cuenta con los elementos necesarios, aunque reconoció que hay otros que se están adquiriendo.

Respecto de la denuncia, agregó que este lunes o martes recién conversarán con los trabajadores del recinto de los protocolos que se deben adoptar en estos casos específicos.

El intendente Ricardo Bravo afirmó que respeta las opiniones de los dirigentes y que se les informará de los protocolos establecidos, pero manifestó su tranquilidad en que las autoridades médicas han dispuesto los mecanismos pertinentes para hacer frente a esta alerta.

Por su parte la seremi de Salud, María Graciela Astudillo, llamó a la población a la calma, informando que esta enfermedad tiene un periodo de incubación de 21 días, donde no hay peligro de que el paciente contagie a otras personas, lo que sí se produce cuando la enfermedad ya está activa.

La autoridad sanitaria al mismo tiempo informó que han sido tres las personas ingresadas al país a quienes se les ha hecho seguimiento -de las cuales dos ya fueron dadas de alta- que tiene una duración de 30 días, porque cumplían los requisitos para levantar sospechas.

Sobre el seguimiento, añadió que no se hace cuando la persona presenta síntomas de enfermedad, sino cuando ésta tiene síntomas y, además, proviene de algunos de los países donde está presente la enfermedad.

En relación a cómo se maneja esta enfermedad en la región, afirmó que desde que la Organización Mundial de la Salud emitió la alerta internacional el 8 de agosto, estarían preparados para afrontar la situación que es vigilada constantemente, especialmente para personas que ingresan al país vía terrestre o marítima y que vienen de las zonas con presencia de ébola. Para ello existe coordinación con las policías a fin de aplicar el protocolo que corresponde para el caso.