Si eres de aquellos que adoran a los gatos pero por alguna razón no puedes tener uno en casa, tu lugar ciertamente está en París. Allí se encuentra el Café des Chats, un lugar donde podrás degustar el mejor café y repostería francesa, acompañado de decenas de mininos que se pasean por el local como si estuvieran en su casa.

En realidad, están en su casa.

La idea en realidad no es nueva. Ya hace algunos años los japoneses crearon el concepto de los Neko Cafes, donde los clientes pueden regalonear con los peludos inquilinos, sin embargo Margaux Gandelon pensó que podía importar el modelo y darle el toque romántico especial que tienen los cafés de París.

El proyecto fue inusual desde un principio, ya que para poder abrirlo, Gandelon solicitó apoyo a los cibernautas a través de un proyecto de crowdfunding, a través del cual recibió donaciones hasta completar los 40.000 euros (casi 30 millones de pesos chilenos) necesarios. Así en agosto del año pasado, (apropiadamente), pudo inaugurar su local en el barrio de Marais.

Según relató la mujer al diario galo Le Figaro, una encuesta reveló que el 72% de los franceses admite que le gustan los gatos, pero solo el 24% tiene uno en casa. De aquí el entusiasmo por llevarles la oportunidad de compartir un café junto a los felinos.

Una pregunta que surge de inmediato es cómo lidia la administración con la higiene del local. Gandelon, sin embargo, parece tener todo cubierto.

“Hay una docena de gatos, todos revisados previamente por un veterinario. Además cada empleado es responsable de dos o tres gatos, teniendo asignado cepillarlos diariamente, alimentarlos y hacer un seguimiento de su salud. Además, el veterinario los chequea nuevamente cada 3 meses”, indica la dueña.

Respecto de los humanos, Gandelon indica que la cocina se encuentra cerrada a los mininos, por lo que no hay riesgos de que contaminen los productos que se sirven ni tampoco de que sufran alguna lesión.

El café tiene además un aspecto benéfico, y es que todos los gatitos provienen de uno de los refugios de la Sociedad Protectora de Animales de París. De esta forma, los felinos son al mismo tiempo exhibidos y pueden encontrar un hogar permanente entre los clientes que se encariñen con ellos.

Cabe destacar que la idea de los cafés gatunos se está extendiendo cada vez más, con locales similares, además de Japón y Francia, en Inglaterra, Austria, Hungría, Alemania y España.