En pleno siglo XXI pareciera que la vida se está volviendo cada vez más fácil. La era de la información, como la llaman algunos, vendría a darnos la posibilidad de estar en constante aprendizaje. Sin embargo pareciera que mientras más cercanos estamos a nivel global, más lejano está el desarrollo personal de cada individuo.

“¿Qué haré esta mañana?”, “¿Cuántas de azúcar?”, “¿Qué estudiaré en la universidad o instituto?”, “¿Dónde viviré?”, “¿Me casaré?”, son preguntas válidas que llevan al ser humano a pensar en una toma de decisiones que finalmente cambian el curso de sus propias vidas.

Una investigación publicada en el diario estadounidense New York Times, reveló que mientras más decisiones -por simples que éstas sean- tomen las personas, más posibilidades tenían de sufrir “fatiga”. Por otro lado, el diario electrónico Huffington Post, dio a conocer algunas decisiones con las que, primero que todo, no sentirás fatiga y segundo, no te arrepentirás ya que potencian la felicidad interna.

Decir que no

biscuitsmlp (CC)

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No siempre decir “no” es algo negativo. Si haces un pequeño viaje en tu vida y miras todas las veces que dijiste que sí a alguien más y tuviste que decirte a ti mismo que no, podrás darte cuenta de que el “no”, es en muchas ocasiones un tiempo para ti mismo. Ya sea para tus propios trabajos, proyectos personales o un simple descanso viendo tu serie favorita.

Margalit Ward, una entrenadora de negocios, explica que es necesario empezar a decirle que “sí” a la vida con un “no”. La especialista recalca que negarse a algunas cosas lleva a la persona a vivir una vida más autentica, más cercana al honor de amarse a uno mismo y a ser consientes de quienes somos y todo lo que podemos entregar.

Sonreír a un desconocido

jssz (CC)

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En la calle, un ascensor, en el transporte público, en el trabajo o en la vida académica. Sonreír a las demás personas, sin importar si se conocen o no, aumenta la gratificación tanto de quien saluda como de quien recibe el saludo. Un estudio publicado en 2012 por el psicólogo social Eric Wesselmann de la Universidad de Indiana, concluyó que saludar en este tipo de situaciones aumenta el sentido de conexión de las personas.

Elegir ser bueno y no grosero

Muchos creen que a veces reaccionamos de acuerdo a instintos de manera inmediata. Sin embargo, el trabajo constante por contener la rabia y empezar a dar respuestas de manera tranquila es un cambio positivo en el trabajo personal que cada vez más personas están empezando a practicar.

Pequeños actos generosos como sostener la puerta para quien sigue después de ti en la fila puede hacer la diferencia. Una investigación explica que ser bondadosos nos hace felices, y ser felices crea un cambio en nuestras vidas.