Una mujer estadounidense de 59 años, que pasó 17 en la cárcel por asesinato, vio anulada su condena este viernes, después de que la hermana de una testigo pusiera en duda lo que declaró su familiar.

Susan Marie Mellen lanzaba besos a sus hijos cuando el juez de la Corte Superior de Los Ángeles, Mark Arnold, decidió desestimar la causa contra ella, lo que provocó que la sala estallara en aplausos.

Mellen fue condenada a cadena perpetua por el asesinato en 1997 de Richard Daly, que fue golpeado hasta la muerte.

Su condena se basó principalmente en el testimonio de una mujer, quien dijo a las autoridades que Mellen había confesado su asesinato.

Pero la propia hermana de la testigo, una policía, la calificó como “probablemente la mayor mentirosa que he conocido en mi vida”. La testigo murió en 2006.

El juez de Los Ángeles ordenó que Mellen fuera puesta en libertad tan pronto como fuera posible.

La hija de Meller, Jessica Besch, dijo estar en el “día más feliz de mi vida”, añadiendo que se sentía “como en un sueño”.