Agobiados por la falta de preocupación de las autoridades y la incomunicación cada vez que se corta las rutas se manifestaron los habitantes de Tirúa, en la provincia de Arauco. En el Cesfam solicitan garantías para el traslado de pacientes y el presidente de la Cámara de Comercio señala que el robo de maderas puede ser una interpretación de las manifestaciones y no necesariamente la causa.

La ruta entre Cañete y Tirúa está despejada, pero a sus costados se puede apreciar la gran cantidad de troncos que han sido utilizados como barricadas en los últimos cortes de camino que se han prolongado por horas dejando sin conectividad a los habitantes de ambas comunas.

Este tipo de situaciones genera preocupación entre los gremios como el turismo. Silvia Segura, presidente de la Cámara de Comercio de Cañete sostiene que la situación es normal en la comuna esperando que los turistas y visitantes sigan concurriendo, pues los hechos ocurridos, han sido en la ruta y puntuales.

Pero su par en Tirúa, Basilio Millanao tiene una percepción diferente sobre cómo la autoridad ha postergado a su comuna, lamentando, por ejemplo, que no exista una notaria o una sucursal de Banco Estado, sólo cajas vecinas.

Agregó que el robo de madera y las mafias que hay a su alrededor puede ser una interpretación del origen de la violencia puntualizando que con las forestales, Tirúa no ha ganada nada.

En el Cesfam, su directora (s), Sandra Ibarra, reconoce que los cortes de camino les generan problemas en el traslado de pacientes hasta Cañete agregado que a veces se puede “parlamentar” con los movilizados, aunque requieren garantías.

La comunidad espera que se resuelvan los conflictos y luego culmine la espiral de violencia, pero para ello se requiere voluntad y compromiso del Estado, dijeron.