El fracaso de la puesta en órbita en agosto pasado de dos satélites del sistema de GPS europeo Galileo fue provocado por un desperfecto en el cohete lanzador ruso Soyuz, estableció este miércoles una comisión investigadora independiente.

“Se trata de un problema de diseño” de los tubos del cohete, que causó un congelamiento del carburante, dijo a la AFP el presidente de Arianespace, Stephane Israel.

“Sabemos lo que hay que hacer para corregir rápidamente” el desperfecto, agregó el responsable, lo cual permitiría programar un nuevo lanzamiento del Soyuz desde la Guayana francesa en diciembre.

La comisión independiente investigó la causa de la fallida puesta en órbita el 25 de agosto de los dos satélites de Galileo, la red de navegación destinada a competir con el GPS estadounidense.

El lanzador ruso no alcanzó a colocar a los satélites 5 y 6 del sistema –que contará una treintena en total– en la órbita circular prevista a 23.522 kilómetros de la tierra.

Los satélites quedaron en cambio en una órbita elíptica 6.000 km más abajo de lo previsto y el error no pudo ser rectificado.

Los expertos determinaron que el problema ocurrió 35 minutos después del lanzamiento, a causa del congelamiento del carburante en la cuarta etapa del cohete Soyuz denominada Fregat, lo cual provocó el problema de orientación.

Como lo hace actualmente el GPS norteamericano utilizado por automovilistas en todo el mundo, Galileo permitirá a los usuarios en Tierra orientarse con precisión calculando en cada instante la distancia exacta entre un punto determinado y tres de los satélites del dispositivo. Según los europeos, su sistema –cuando funcione– será más preciso que el GPS.