La batalla por el control de la ciudad siria de Kobane, que se desarrolla “en directo” a través de las cadenas televisivas del mundo entero es “terrible”, dijo este martes el departamento de Estado, que aseguró que esa localidad estratégica no podía caer en manos del grupo Estado Islámico (EI).

“Para todo el mundo es horrible contemplar en tiempo real lo que sucede en Kobane”, comentó la portavoz del departamento de Estado, Jennifer Psaki, quien informó brevemente de las conversaciones telefónicas del lunes y martes entre el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu.

Una nueva serie de ataques aéreos de la coalición encabezada por Estados Unidos no impidió el martes que los yihadistas del grupo EI hicieran progresos en esa ciudad siria, defendida calle a calle por las fuerzas kurdas.

“Nadie quiere que Kobane caiga”, afirmó Psaki. “Nuestro primer objetivo es impedir que el EI conforme santuarios”.

Un poco antes este martes la presidencia estadounidense había dicho que el gobierno estaba “muy preocupado” por los civiles que permanecen en la ciudad kurdo-siria de Kobane, después de que Turquía advirtiera que los ataques aéreos no detendrán a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), que lograron ingresar a la localidad.

La entrada a Kobane del EI se produjo luego de tres semanas de asedio que desplazó a 190.000 refugiados hacia Turquía, y pese a los ataques aéreos de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, la pequeña ciudad parece estar a “punto de caer”, según el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo a reporteros en el avión Air Force One que Washington estaba “muy preocupado” por la seguridad de los civiles inocentes en Kobane.

“Una vez más, vemos a esta organización extremista, que en nombre de una pacífica religión, el Islam, perpetra terribles actos de violencia contra minorías religiosas y étnicas”, denunció. “Esto es algo que nos sigue preocupando”, añadió.

Earnest dijo que algunos de los bombardeos cerca de Kobane durante la noche destruyeron varios vehículos del EI y una batería de artillería antiaérea.

Pero el presidente Erdogan advirtió que solo con ataques aéreos no se detendrá el avance del grupo radical, que ya ha matado a cientos de personas en el pueblo.

“Estoy diciendo a Occidente: lanzar bombas desde el aire no es la solución”, dijo el mandatario. “El terror no parará” hasta “que cooperemos en una operación terrestre”, agregó.