“Ojalá las relaciones sentimentales fueran como las matemáticas. Sabríamos de este modo cuáles son los resultados correctos y las operaciones conducentes a ellos. Pero lamentablemente no funciona así. Cuando iniciamos una relación, creemos saber desde dónde partimos aunque no tengamos la menor idea de adonde llegaremos. La realidad indica que las personas solemos confundirnos acerca de las reales intenciones del otro”.

Así lo expresa Valeria Schapira, experta en relaciones del sitio de citas Match.com, quien asegura que muchas veces nos equivocamos al interpretar las señales.

“¿Querrá una relación en serio o sólo un “toco y me voy”? es la pregunta que solemos hacernos las mujeres y, hoy en día, también muchos hombres, dados los avances femeninos en iniciar la conquista. No hay respuestas cerradas ni definitivas; muchas veces lo que parece una mera noche pasional puede transformarse en el amor de una vida”, afirma.

Pero según Schapira existen algunos indicios que pueden mostrarte por qué camino va una relación incipiente.

1. Un hombre o una mujer que quiere tener una pareja en serio no tendrá empacho en confesarlo. Quizás no seas tú la persona que él o ella elija para ese fin pero seguramente te hable de sus ganas de encontrar a un compañero de vida, de vivir en pareja y hasta del sueño de tener – o adoptar – niños. Quien quiere compromisos, suele contarlo, dice la experta.

2. Es probable que quien esté a la búsqueda de un “touch and go” no cuide demasiado las formas. Un hombre que respeta a una dama y pretende seguir conociéndola para construir algo de a dos no haría nunca algo como mandarla en un taxi a su casa o hacerla ir al lugar de encuentro sin ofrecerle pasarla a buscar, por ejemplo. Conductas descorteses como ésta hablan no sólo de falta de modales sino de un absoluto desinterés por el otro.

3. Alguien que quiere una relación en serio no hace “la gran Houdini”. Es decir, esa dama o ese caballero se mantiene disponible, sostiene la comunicación sin histerias. No tiene conductas como aparecer y desaparecer durante días y no juega al misterio. Las conductas evasivas hablan de falta de ganas o de fobia al compromiso.

4. Quien quiere comprometerse no es ambiguo respecto a su relación actual. Alguien que apunta a algo formal con otro no anda con excusas ni teorías del tipo “me estoy separando”. Si escuchas cantinelas como esa o “con mi mujer/novio dormimos en cuartos separados”, pon pies en polvorosa ya mismo.

Nunca sabrás como empieza y cómo termina algo porque no eres vidente. Pero hay una frase que es interesante tener en mente: “en los comienzos se pactan los finales”, dice la experta.