El CSKA Moscú fue sancionado por la UEFA con jugar sus tres próximos partidos de competición europea a puerta cerrada debido a los incidentes, algunos racistas, provocados por sus seguidores el 17 de septiembre en un encuentro de la Liga de Campeones en Roma.

Además de los tres encuentros sin público, el CSKA ha recibido una multa de 200.000 euros y la prohibición de vender entradas a sus aficionados para los partidos en el exterior que le quedan en la actual fase de grupos de la ‘Champions’.

La UEFA decidió castigar al club ruso por “comportamiento racista de sus aficionados, incidentes en las gradas y utilización de bengalas” durante el partido que el CSKA perdió ante la Roma por 5-1 en el inicio de la fase de grupos de la Liga de Campeones.

El CSKA tiene todavía que recibir al Manchester City el 21 de octubre y a la Roma el 25 de noviembre. En esta edición de la ‘Champions’ ya tuvo que jugar su primer partido a puerta cerrada por las banderas y emblemas racistas mostrados en las tribunas en un partido de la misma competición de la temporada pasada, el 10 de diciembre en el estadio del Viktoria Plzen.