Confirmando los temores de los pescadores, la Empresa Nacional del Petróleo informó que fueron 22.000 litros los vertidos en la bahía de Quintero el pasado miércoles 24 de septiembre, cifra muy superior a los 3.000 litros informados inicialmente.

Al respecto el director ejecutivo de Oceana, Alex Muñoz, calificó como un hecho de “suma gravedad” el informe entregado en primera instancia por ENAP con información “tan equivocada” que propició a que el desastre fuera calificado como un “derrame menor”.

“ENAP debe asumir su responsabilidad, no sólo por el derrame sino por su mal manejo posterior”, afirmó.

A través de un comunicado, la organización sostuvo que el Reglamento para el Control de la Contaminación Acuática califica como un derrame menor aquel que no supera los 5 metros cúbicos, es decir 5.000 litros. Un derrame mediano, agrega, lo constituye desde los 5 metros cúbicos hasta 500 metros cúbicos, lo que estaría en el rango de esta emergencia.

Ello formó parte de las razones por las cuales Oceana presentó el miércoles 1 de octubre una denuncia ante la Superintendencia del Medio Ambiente, exigiendo que se determinen las responsabilidades del vertimiento de hidrocarburos.

“Las empresas del sector no tienen ninguna credibilidad y no se les puede confiar a ellas la solución de más de 40 años de contaminación de la que son responsables junto a autoridades que no han puesto los controles adecuados”, señaló el director ejecutivo de la organización.