Una inspección visual realizaron este martes autoridades de Gobierno en conjunto con el diputado del PPD Marco Antonio Núñez durante un sobrevuelo sobre la bahía de Quintero, para evaluar el daño medioambiental que generó el derrame de petróleo.

Si bien se ha realizado una limpieza de carácter superficial durante los últimos días, en particular durante el fin de semana, los pescadores artesanales y los habitantes de las zonas afectadas, Quintero y Puchuncaví, se manifestaron inquietos por el escenario ambiental y económico al que se deben enfrentar.

Esto, debido a que la mayoría de los vecinos de los sectores que han presentado daños se dedican a la pesca artesanal, por lo que el derrame afecta seriamente su fuente de trabajo. Por ello exigen al Estado compensaciones que van más allá de lo económico y piden que se les entregue seguridad laboral.

Tras la inspección aérea, el diputado Marco Antonio Núñez, presidente de la comisión de Salud de la Cámara Baja, confirmó a Radio Bío Bío que la mancha de combustible se ha disipado gracias al trabajo que realizaron los propios pescadores con mangas de absorción. Sin embargo, detalló que algunos puntos de difícil acceso, en particular en el sur de Quintero, aún quedan vestigios del desastre ambiental.

En tanto, añadió que la comisión que preside está a la espera de los informes técnicos que se entregarían dentro de las próximas 48 horas para determinar las medidas que se puedan tomar, como el eventual inicio de una comisión investigadora.

Por su parte Gerardo Muñoz, presidente de la asociación de Pescadores Unidos de Quintero, comentó que mientras pasan los días se complica el borde costero y el futuro laboral. En el caso marítimo, los perjuicios son graves en las especies marinas.

Por su parte Roberto Monardez, asesor de Caletas Unidas, explicó que el proceso de hidrocarburo y oxidación está provocando numerosos estragos al fondo marino, dejando peces muertos y especies heridas. Por ello, aseguró que por el momento es improbable que los trabajadores de mar afectados sean recibidos por otras caletas.

Son más de 1000 pescadores artesanales quienes aún se ven afectados con su única fuente laboral, no solo de Quintero sino que también de las caletas aledañas, como Puchuncaví y Ventanas, quienes han insistido que la ayuda ha sido tardía.