La ministra de Interior británica, la conservadora Theresa May, prometió el martes medidas contra grupos extremistas y predicadores musulmanes radicales aunque no hayan cometido delitos, un paso mal recibido por activistas por los derechos civiles.

“No todo el extremismo conduce a la violencia y no todos los extremistas son violentos, pero el daño que causa el extremismo es suficiente razón para actuar”, dijo May en el congreso anual del Partido Conservador que se celebra en Birmingham, en el centro de Inglaterra.

“Tenemos que hacer frente al extremismo en todas sus formas. Tenemos que defender nuestros valores”, dijo entre aplausos de los delegados, mientras representantes del partido explicaban a la prensa las medidas, que se aplicarán si los conservadores vuelven a ganar las elecciones generales, el 7 de mayo de 2015.

“Quiero nuevos poderes civiles contra los extremistas que se mantienen dentro de la ley”, sentenció.

May propondrá que los tribunales puedan limitar las actividades de individuos si amenazan al orden público o pueden causar violencia, explicó la prensa británica.

En respuesta, se podría prohibir a esos individuos tomar parte en actos públicos, manifestaciones o aparecer en los medios, además de tener que presentar a la policía cualquier material que quieran publicar en internet.

En cuanto a los grupos, podrían ser prohibidos por constituir una “amenaza” a la democracia y, en consecuencia, la afiliación a éstos pasaría a ser un delito.

Emma Carr, directora de la organización Big Brother Watch, que vela por los derechos civiles, dijo que tales medidas son “el inicio de algo peor”.

“En una sociedad democrática, es totalmente erróneo etiquetar a la gente de ‘extremista’ e imponerles fuertes restricciones a su libertad sin afrontar un proceso legal y un sistema transparente”, denunció Carr.

“La ministra de Interior tiene que pensar muy cuidadosamente la clase de precedente internacional que sentaría esta política y considerar las consecuencias potenciales para los miembros del público”, agregó.