Air France seguía este sábado enfrascado en una huelga de pilotos, que ha entrado en su décimo tercer día sin salida de crisis a la vista, pese a las presiones del gobierno.

Las negociaciones para poner fin al paro, el más largo de los pilotos de la aerolínea desde 1998, están ahora mismo interrumpidas. Si no se reanudan rápido, el sindicato mayoritario, el SNPL, amenaza con prolongar la huelga más allá del 30 de septiembre, fecha hasta la que corre su preaviso.

Desde que empezó el conflicto el 15 de septiembre, motivado por el desarrollo de la filial de bajo coste Transavia, aproximadamente la mitad de los aviones de Air France se ha quedado en tierra. La movilización sigue siendo fuerte, con una tasa de huelguistas del 57% según la dirección.

El viernes, el Estado francés, poseedor de un 16% del grupo Air France-KLM, no aceptó la demanda de los huelguistas de nombrar un mediador independiente para los contactos con la dirección.

Poco antes, el primer ministro, Manuel Valls, pidió de nuevo a los pilotos huelguistas que pongan fin a un paro “insoportable”, que según la dirección le está costando a la compañía 20 millones de euros al día.

El meollo del conflicto está en el desarrollo de la filal de bajo coste de Air France, Transavia. La dirección lo considera “estratégico” para garantizar el futuro del grupo en un entorno muy competitivo.

La dirección del grupo propuso durante la semana renunciar al desarrollo de bases de Transavia en otros países de Europa.

Sin embargo, esta propuesta no eliminaba el punto neurálgico del conflicto: las condiciones de trabajo en Transavia Francia.

En la filial Transavia, los ritmos de trabajo son más intensos y los salarios inferiores, y los pilotos de Air France temen que esas condiciones de trabajo se conviertan en la norma en la casa matriz.

El sindicato SNPL exige un contrato único para todos los pilotos del grupo, con las condiciones actualmente en vigor en Air France.

Entre el personal, la huelga de pilotos no tiene un apoyo unánime, y en los últimos días ha habido varias manifestaciones de empleados en contra del movimiento.