Unos 1.000 voluntarios de la región de Asia-Pacífico han tratado de unirse al grupo yihadista Estado Islámico (EI), aseguró el jueves un oficial militar estadounidense de alto rango.

El almirante Samuel Locklear, quien supervisa las fuerzas estadounidenses en Asia como jefe del Comando del Pacífico, dio la estimación en rueda de prensa en Washington, un día después de que Estados Unidos presionara por una resolución que comprometa a las grandes potencias para bloquear el movimiento de combatientes extranjeros a Irak y Siria.

“Hay probablemente unos 1.000 potenciales aspirantes a combatientes que se movieron desde esta región, sobre la base de nuestra estimación general”, sotuvo Locklear, quien destacó que ese es “un asunto al que estamos prestando mucha atención actualmente”.

Según Locklear, “ese número podría aumentar a medida que avance el tiempo, pero ese es ciertamente el tamaño o la magnitud que percibimos en este momento”.

Locklear dijo también que la extendida guerra aérea desatada por EEUU y sus aliados contra el grupo EI en Irak y Siria no implica un retroceso en el “reequilibrio” estratégico norteamericano en el área Asia-Pacífico, sobre lo cual aseguró que los militares estadounidenses continuarán su plan de fortalecer la presencia y lazos de defensa en el área.

El presidente Barack Obama condujo este jueves una sesión especial del Consejo de Seguridad de la ONU, en la cual planteó la creciente preocupación por los yihadistas extranjeros que llegan a Oriente Medio para sumarse a los extremistas armados.