Suiza lanzó este lunes una reforma de la fiscalidad de las empresas que incluye la reducción de los gravámenes de las compañías locales al nivel de las multinacionales, beneficiarias de un estatus privilegiado denunciado por la OCDE.

Actualmente, Suiza está considerada como una “tierra de asilo” para muchas multinacionales, por el sistema fiscal favorable que se les aplica.

Las multinacionales pagan de media en este país la mitad de impuestos, sobre los beneficios que las empresas suizas.

“Cuando entre en vigor la reforma”, de aquí a 2019, “no habrá más distinciones entre el beneficio obtenido en el extranjero y el beneficio obtenido en Suiza”, respondiendo a la reivindicación de los países de la OCDE, indicó un portavoz de la Secretaría de Estado de Asuntos Financieros.

En virtud de la reforma, las empresas extranjeras estarán sometidas a la misma política fiscal que las compañías suizas, que de esta forma tendrán una tasa de imposición menor que en la actualidad.

La reducción de impuestos hará más atractiva la economía suiza, pero el Estado dejará de percibir 1.700 millones de francos suizos (1.410 millones de euros).

El gobierno presentó este lunes las grandes líneas de su reforma, que más adelante será debatida en el Parlamento.