El Consejo de Seguridad de la ONU pidió este viernes que se “refuerce y amplíe” el apoyo a Irak en su lucha contra el grupo Estado Islámico (EI) tras los primeros bombardeos aéreos franceses contra los yihadistas, que siguen avanzando en la vecina Siria.

La declaración adoptada por el Consejo de Seguridad “exhorta a la comunidad internacional (…) a reforzar y ampliar el apoyo al gobierno iraquí en su lucha contra el EI y los grupos armados vinculados a éste”.

Los 15 Estados miembros “condenan firmemente los ataques de las organizaciones terroristas, incluyendo aquellas que operan con el nombre de Estado Islámico en Irak y Levante (otro nombre de EI) en Irak, en Siria y Líbano” y hacen hincapié en “que esta ofensiva es una gran amenaza para la región”.

Muchos de los 40 países que forman parte de la coalición movilizada por Washington contra el EI (Francia, Canadá, Australia, Catar, Jordania, Alemania, Emiratos Árabes Unidos, Turquía, Egipto) enviaron a los jefes de la diplomacia a esta reunión, presidida por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry.

Washington saludó la decisión de Francia de sumarse a la campaña aérea contra este sanguinario grupo que ha llenado de sangre y terror las regiones conquistadas en Irak y Siria.

Aviones franceses Rafale efectuaron “un primer ataque contra un almacén logístico” de los yihadistas del EI en el noreste de Irak, anunció la presidencia francesa, que precisó que el objetivo fue “totalmente destruido”.

Francia ha dejado claro que su participación se limitará a los ataques aéreos, solo en Irak, ya que no tiene previsto enviar tropas de tierra.

El EI sigue avanzando en Siria

En Siria, el EI realizó un notable avance cerca de la frontera turca, en el sector de Ain al Araba (Kobane en lengua kurda), tercera ciudad kurda del país, al hacerse con el control de unos 40 pueblos kurdos en 48 horas, afirmó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Se hicieron con el control de unos “cuarenta pueblos solo el viernes. Los combatientes kurdos se baten en retirada”, declaró a la AFP Rami Abdel Rahman, director de esta ONG.

“Se desconoce la suerte de 800 habitantes de estos pueblos”, agregó.

Más de 5.000 habitantes de la región han huido a Turquía, que se ha visto obligada a abrir la frontera.

Con 35.000 hombres, según algunas estimaciones, este grupo ultra radical ha proclamado un califato en el territorio que se encuentra a caballo entre Irak y Siria del tamaño del Reino Unido.

Estados Unidos, que ha excluido desplegar tropas de combate, cuenta con los rebeldes sirios moderados para luchar contra el EI en el terreno. Con este objetivo, el Senado estadounidense dio luz verde el jueves a un plan de 500 millones de dólares para equipar y entrenar a los rebeldes, debilitados por la doble guerra que llevan a cabo contra el EI y el régimen sirio.

La formación y el equipamiento de los rebeldes sirios llevará “meses”, advirtió Susan Rice, consejera de seguridad nacional del presidente Barack Obama.

Para Kerry, la lucha contra el extremismo de los grupos armados pasa también por la erradicación de la pobreza y la puesta en marcha de una política de desarrollo.

“Independientemente de que se trate del EIIL (Estado Islámico en Irak o Levante, antiguo nombre del actual EI), de Boko Haram (en Nigeria) de los shebab (en Somalia), su ideología no tiene como fin construir una nación”, dijo Kerry ante un auditorio de especialistas de políticas de desarrollo.

Desde el 8 de agosto, los cerca de 178 bombardeos aéreos realizados por los estadounidenses han permitido a las fuerzas iraquíes y kurdas retomar algunos sectores al EI en el norte de Bagdad.